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¿Qué hacer y cómo actuar?

Es necesario tener en cuenta que ...

El alumno disléxico debe tener ser tratado como tal por parte de padres y profesores. Por tanto, debe ser considerado una persona con una dificultad específica de aprendizaje que puede necesitar una intervención específica de apoyo educativo.

La dislexia no sólo puede afectar a la vida académica de las personas, sino que también afecta a actividades cotidianas debido a que estas personas no entienden algunas de las instrucciones que reciben. La segunda parte del reportaje sobre dislexia de INTEGRATEK y DISFAM, se centra sobre todo en la intervención y actuación educativa.

Conoceremos por qué la escuela es un eslabón básico en la educación de la persona con dislexia. Este hecho obliga a un desarrollo normativo y legal, como el que ya se ha hecho en otros países. Con su esfuerzo, DISFAM promovió que los artículos 71 y 72 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 mayo, de Educación (LOE) se dedicaron a los alumnos con trastornos de aprendizaje. 

Pero ¿Cómo intervenir?

La intervención con el alumnado disléxico debe ir dirigida directamente hacia los procesos que están alterados o no han conseguido suficiente desarrollo, y por tanto, son la causa directa de las dificultades de lectura del alumno. Por este motivo, una adecuada evaluación es el paso inicial para desarrollar un adecuado programa de intervención.

¿Cuáles son las actividades más adecuadas?

A continuación presentamos las actividades más adecuadas para intervenir sobre cada uno de los procesos que están alterados, aunque los procesos léxicos son los que suelen estar más alterados.

  • Procesos perceptivos: no es habitual que la causa de los problemas de lectura se deba a dificultades en los procesos perceptivos, a no ser que tenga claramente un déficit visual o auditivo. No obstante, si es así, las actividades deberían ir encaminadas a la mejora de las capacidades perceptivas: discriminación de dibujos y letras, búsqueda de letras o grupos de letras en oraciones y párrafos, diferenciar letras mayúsculas de minúsculas. Otra posibilidad es llevar a cabo tareas de discriminación auditiva de palabras que se diferencian sólo en un fonema.
  • Procesos léxicos: el objetivo fundamental es que los alumnos lean las palabras con exactitud y con una adecuada velocidad ya que así será menos probable que tengan dificultades de comprensión lectora. La clave de la intervención reside en afianzar la asociación grafema-fonema, para garantizar la exactitud lectoescritora de las palabras. Y en este sentido, la utilización de métodos multisensoriales para facilitar la asociación entre el sonido y la grafía, y la realización de tareas de conocimiento fonológico conjuntamente con la formación de palabras con letras manipulables son herramientas formidables. Por otro lado, para adquirir velocidad lectora la clave está en leer mucho, y de manera reiterada, palabras y textos.
  • Procesos sintácticos: los dos aspectos en los que los niños pueden tener dificultades son el de la adecuada asignación de las funciones gramaticales en las oraciones y el respeto de los signos de puntuación. Para facilitar la asignación de los distintos papeles gramaticales, se deben realizar tareas en las que el alumno identifique claramente cuál es el sujeto y el predicado de la oración, por ejemplo subrayarlo de distinto color. Otra tarea consiste en completar con palabras distintas oraciones dado un dibujo que sirve de estímulo (por ejemplo, se presenta un dibujo en el que un gato sube por encima de un perro, y el alumno debe completar frases como las siguientes: "Quien sube por encima del _____ es el ______", "Encima del ______ se ha subido el ______"). Por su parte, el respeto de signos de puntuación se consigue a base de lecturas conjuntas y del modelo que aporta un lector experto que respeta las distintas pausas y da la entonación adecuada. También se pueden utilizar versiones de textos donde los signos de puntuación estén resaltados o marcadamente exagerados, o incluso sustituidos por dibujos o símbolos que pasen menos desapercibidos para el alumno (por ejemplo, el punto podría señalarse así  U).
  • Procesos semánticos:la intervención en relación con las dificultades en los procesos semánticos o de comprensión de textos debe partir de la identificación de las ideas principales. Un alumno no podrá comprender un texto  si no identifica estas ideas, que son el tronco fundamental de la información que transmite el autor. Para facilitar esta comprensión se puede proceder en primer lugar teniendo una idea global de lo que trata el texto (leer y comprender el título, observar las ilustraciones y cualquier otro apoyo gráfico que contribuya a hacerse una idea general del contenido). A continuación conviene ir párrafo a párrafo identificando y subrayando la idea principal, Es frecuente la necesidad de que el lector experto ayude al alumno a identificar dicha idea, así como a explicarle el significado de expresiones y palabras clave que aparece en los párrafos sin cuya comprensión no podrá identificará la idea principal. El siguiente paso es unir las distintas ideas principales para ir conformando la estructura general del texto. Se ha comprobado que cuando un alumno puede identificar la estructura de los textos mejora su comprensión. Pero a pesar de que la identificación de las ideas principales constituye el inicio de la comprensión lectora, es la realización de inferencias otro aspecto básico para que un alumno llegue a comprender el texto en su totalidad. Este último paso implica obtener información que no aparece explícitamente en el texto.

Materiales educativos

Los profesores Ginés Ciudad-Real, Maribel Martínez y Antonio Ciudad-Real ofrecen una gran cantidad de recursos en su web Orientación Andújar. Este blog ofrece un gran número de recursos para el aula relacionados con aspectos como la grafomotricidad, la lectoescritura y la comprensión lectora.

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