Hasta ahora hemos hablado de “materiales terrestres”. Cuando se piensa en “materiales geológicos”, ¿qué es lo primero que nos viene a la cabeza?, ¿una montaña?, ¿una piedra? Aunque no lo parezca, estamos rodeados de estos materiales, están más cerca de nosotros y nosotras de lo que pensamos. Podemos encontrarlos en las calles, en la construcciones, en el paisaje e incluso en nuestro propio hogar.
Estos materiales no son más que elementos y compuestos químicos que se organizan formando estructuras. Un mineral es un material que se caracteriza por una composición química y estructura determinadas.
Los minerales, con algunas excepciones, no se encuentran aislados, sino que, por la acción de procesos geológicos, se agrupan en estructuras más complejas a las que llamamos rocas. Las rocas están formadas por minerales. Las hay formadas por un solo mineral e incluso por restos de seres vivos. Las rocas, al igual que el átomo en Química o la célula en Biología, son la unidad de estudio fundamental en Geología, porque, investigando cómo se formaron, nos dan información sobre la historia de la tierra.
Los materiales geológicos son tan variados (se calculan unos 5.600 minerales diferentes) que, al igual que hacemos con los seres vivos, necesitamos clasificarlos con criterios científicos para poder diferenciarlos y reconocerlos. Los minerales se clasifican por sus propiedades químicas y físicas. Las rocas, sin embargo, por el proceso geológico que las ha formado.
En esta tarea vamos a descubrir cuánta materia rocosa hay a nuestro alrededor. Luego, iremos al laboratorio para investigar algunos minerales que forman parte de las rocas más conocidas y frecuentes en nuestro entorno. Aprovecharemos también la ocasión para "filosofar" un poco sobre la ciencia.