¿Nos suena la película “Marte”? En este film, el protagonista, un ingeniero mecánico y botánico, se queda atrapado en el planeta Marte, solo, y tiene que sobrevivir creando un hábitat con su propios cultivos, con suelo marciano fertilizado con excrementos, agua fabricada extrayendo hidrógeno del combustible de un cohete sobrante y energía con paneles solares. En definitiva, creando su propio ecosistema.
¿Es esto posible? Aunque ya se han hecho experimentos en la tierra, todavía no hemos llegado a ser autosuficientes en otro planeta. Sin embargo, la NASA, fruto de investigaciones espaciales en la década de los 80, ha desarrollado como elemento de aprendizaje, un ecosistema cerrado (no necesita aporte de materia) y casi autosuficiente energéticamente (solo necesita un aporte de luz) llamado ECOESFERA. Una ecoesfera no contamina, no necesita limpieza y solo requiere un mínimo cuidado. Su duración media es de 2 a 5 años.
Se trata de una esfera cerrada que recrea un ecosistema mínimo, en el que hay productores primarios (plantas o algas), consumidores primarios (microorganismos) y consumidores secundarios (por lo general crustáceos de pequeño tamaño). Dentro de esta esfera hay un sustrato y un medio, en este caso el agua, con una parte gaseosa.
¿Construimos una?
Los ecosistemas pueden clasificarse por su ubicación (terrestres, marinos, lacustres, litorales…), su origen (natural, humano, artificial) y por su tamaño. En éste último aspecto, distinguimos:
- Bioma: Es una comunidad de ecosistemas que se desarrollan en un mismo clima. Por ejemplo el bioma de selva tropical.
- Macro-ecosistema. Son los de mayor dimensión y comprenden grandes extensiones de terreno o agua, por ejemplo, dentro de una selva tropical, podemos encontrar ecosistemas de bosques, lacustres, fluviales, manglares, etc.
- Meso-ecosistema. De menor dimensión que los anteriores, como, por ejemplo, un ecosistema de juncos que puede formar parte de uno lacustre o el que contiene un solo árbol de la selva tropical.
- Micro-ecosistema. Ecosistemas de un tamaño muy pequeño, a nivel microbiano, por ejemplo, la microbiota que se localiza de manera normal en el cuerpo de los seres vivos pluricelulares, como el ser humano.