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Enseñanza Directa

El modelo de enseñanza directa es una estrategia centrada en el docente que utiliza la explicación y la modelización como estrategia principal de enseñanza-aprendizaje, enseña conceptos y habilidades combinando la teoría y la práctica.

Es el docente el que asume la responsabilidad en el aula al desempeñar un rol activo, explicando al alumnado. Es un proceso altamente estructurado en el que se ofrecen numerosas oportunidades para practicar.

Según Eggen y Kauchak (2005) es un modelo que se organiza en cuatro etapas:

  1. Introducción: el docente revisa con los estudiantes lo aprendido previamente, comparte las metas del aprendizaje y provee razones sobre el valor de aprender el nuevo contenido.
  2. Presentación: el docente explica el nuevo concepto o provee un modelo para la habilidad.
  3. Práctica guiada: el docente brinda al alumnado oportunidades para practicar esta destreza o categorizar ejemplos del nuevo concepto.
  4. Práctica independiente: se les pide a los estudiantes que practiquen la habilidad o el concepto por sí mismos, lo que estimula la transferencia.

Este modelo está centrado en el docente que es quien desempeña un papel primordial en la estructuración del contenido, en la explicación del mismo y en el uso de ejemplos para facilitar la comprensión. Sin embargo, esto no significa que los estudiantes sean pasivos ya que si el modelo se aplica eficazmente, éstos son comprometidos activamente por medio de preguntas, ejemplos y la práctica.

Una idea central que guía los patrones de interacción en el modelo de enseñanza directa es la de transferencia de la responsabilidad. En la primera parte de la clase, el docente asume la responsabilidad de explicar y describir el contenido. A medida que la clase progresa y los alumnos comienzan a comprender el contenido o la habilidad, asumen mayor responsabilidad para resolver problemas y para analizar ejemplos.