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Orientaciones metodológicas

Orientaciones metodológicas para la enseñanza a distancia

Algunas estrategias de enseñanza-aprendizaje son difíciles de replicar en la enseñanza virtual, como es el caso de la enseñanza directa. Pero además, el aprendizaje cooperativo, base de las metodologías activas, es también una dificultad añadida en la enseñanza a distancia si el alumnado es menor o, incluso, si no se ha entrenado anteriormente para ello.

En este apartado se recomiendan unas orientaciones muy generales sobre las metodologías a utilizar:

  • Metodologías que faciliten el desarrollo global del alumnado, trabajando por competencias.
  • Metodologías que propicien un aprendizaje autónomo.
  • Estrategias motivadoras basadas en actividades variadas, creativas y no rutinarias, contextualizadas al entorno y la realidad del alumnado, de libre ejecución, que favorezcan la manipulación.

En consecuencia, el trabajo por tareas y la recopilación de evidencias de trabajo parecen más acertadas para la educación a distancia, hallando en el grupo de metodologías activas diversas opciones, a pesar de las dificultades del trabajo cooperativo online. Para saber más, recomendamos la lectura del artículo de Cedec Respuestas colectivas y sostenibles para los tiempos de coronavirus en el que se ofrecen ejemplos prácticos de acciones llevadas a cabo por centros educativos.

Por otra parte, la evaluación formativa, siempre necesaria, lo es ahora más que nunca en estos tiempos de adaptación a los diversos escenarios educativos, y en la enseñanza a distancia en particular:

  • Explicitar al alumnado qué se espera de él desde el inicio y ofrecer oportunidades para reconocer su progreso antes de la calificación: Debemos facilitar al alumnado suficiente información y feedback para poder evaluar su aprendizaje a lo largo del proceso e, igualmente importante, que el propio alumnado pueda ser consciente de lo que se espera de él y de su evolución. En este sentido, ofrecer al alumnado instrumentos de evaluación junto con las tareas a realizar facilita esta labor. Podemos reutilizar instrumentos de evaluación ya creados, como los disponibles en el banco de rúbricas y otros documentos de CEDEC.
  • Apoyarnos en el uso de herramientas tecnológicas para evaluar y calificar, así como favorecer la autoevaluación del alumnado: A la hora de calificar, es recomendable  utilizar herramientas TIC que nos faciliten la tarea.

eXeLearning cuenta con recursos suficientes para crear secuencias didácticas adaptadas a la enseñanza online. Tal y como hemos ido desarrollando en los diversos apartados de esta guía: la profusión de actividades interactivas, los iDevices de texto y tarea, el iDevice de rúbrica, la posibilidad de incluir casi cualquier tipo de contenido, de adjuntar archivos y otras muchas funcionalidades descritas, nos pueden ayudar a crear un material de calidad, adecuado para ser utilizado en la enseñanza a distancia.

Recomendaciones prácticas

La situación de pandemia acaecida en el 2020 generó la publicación de una serie de artículos con orientaciones para la enseñanza online que pueden ayudarnos a reflexionar sobre aspectos básicos y así enfocar de manera realista la organización del "aula" y del proceso de enseñanza-aprendizaje. En concreto, nos remitimos al artículo 1 infografía y 4 reflexiones para adaptar la enseñanza al contacto virtual de Cedec.

La enseñanza a distancia implica atender a una serie de aspectos de orden práctico que son de especial interés si deseamos que el alumnado no se desvincule del ritmo del aula:

  1. Evitar que nuestra adaptación a la enseñanza virtual o a distancia consista en intentar replicar tal cual nuestro modelo de aula presencial. Es desaconsejable ofrecer al alumnado una serie de ejercicios o tareas para practicar, tal y como es frecuente en el aula, porque carecemos de la explicación en vivo y del aspecto comunicativo.
  2. Atender a los aspectos comunicativos de la enseñanza, favoreciendo el contacto directo a través de apps o canales de comunicación como, por ejemplo, Jitsi. Establecer un calendario de reuniones.
  3. Ofrecer pequeños fragmentos con explicaciones y orientaciones para realizar las tareas, más explícitas y claras conforme menor sea la edad del alumnado.
  4. Coordinarse con el resto del profesorado para ponderar la carga de tarea semanal del alumnado. Establecer mecanismos sencillos y ágiles para ello, como un documento compartido por cada curso.
  5. Evaluar por evidencias: favorecer la recopilación de tareas y/o productos finales, más o menos complejos, que conlleven la movilización de competencias y evidencien el dominio de unos contenidos (por ejemplo, grabar y editar un vídeo, realizar un comentario de texto, diseñar un mural virtual, resolver un problema y explicitar los pasos...).
  6. Priorizar las guías de evaluación para que el alumnado sepa desde el principio a qué atenerse: rúbricas, listas de control, etc.
  7. Dialogar con el alumnado y el resto del profesorado sobre las carencias formativas para trabajar a distancia y buscar soluciones conjuntas.
  8. Establecer dinámicas de trabajo sistemáticas y grupales, acordadas con el resto del claustro, y entrenar a los alumnos.
Infografía sobre teledocencia
4 ideas clave sobre teledocencia