No hay mucho más que decir que no se haya dicho ya... El libro de texto es una herramienta central del dispositivo pedagógico que subyace al enfoque tradicional pero sin embargo, en un contexto basado en un enfoque activo de enseñanza este material no puede seguir mantenido esta posición de poder. 

Es urgente, si no abandonarlo, al menos sí desplazarlo de ese lugar central y dominante para pasar a considerarlo un material de consulta más y no la fuente de todo el saber. En un planteamiento, por citar alguno, de Aprendizaje Basado en Proyectos el libro puede ser una buena fuente de información pero no puede marcar los ritmos y el orden del proceso porque por definición estos vendrán definidos por el proyecto que se esté desarrollando. 

Este cambio de paradigma o de mentalidad no se puede realizar de la noche a la mañana ya que ni alumnos, ni profesores ni familias podrían asumirlo e integrarlo. Debe ser progresivo y facilitador. El MITAA genera un espacio perfecto para ir avanzando en este proceso ya que progresivamente se podrían ir reduciendo las actividades del libro de texto incluidas en el plan en favor de las otras actividades que recoge este instrumento (las descritas en el Paso 4). De esta forma, todos irían integrando estas nuevas actividades como algo mucho más familiar y atractivo mientras se van olvidando de las incluidas en el libro de texto (que pasará a ocupar un lugar secundario). Una vez en este punto, el valor o la utilidad que decidamos darle dependerá de cada docente, de cada modelo y de cada circunstancia.

Después de realizar todo este proceso de transición, ya estaremos preparados para dar el salto a otras metodologías más activas y el libro pasará a un segundo plano o directamente desaparecerá del panorama habitual... Y ahora... ¿te apetece empezar a trabajar por proyectos? ¿O quizá profundizar en el aprendizaje cooperativo? ¿Tal vez iniciarles en el enfoque de Aprendizaje-Servicio? Podrás orientar tus prácticas hacia dónde quieras porque la autonomía que habrás generado en tus estudiantes será lo suficientemente estable como para garantizar el correcto desarrollo de cualquier metodología. ¡Enhorabuena!