Superada la unidad 0 los alumnos deberían tener un mayor bagaje de experiencias y se deberían haber familiarizado con las exigencias de las tareas que se les van a plantear durante el curso. En otras palabras, ya deberían saber a qué atenerse, por lo que se encontrarán más preparados para afrontar el proceso de planificación que es inherente a cualquier unidad que se desarrolle en el marco del MITAA.

Por eso, en la siguiente unidad el docente les dará libertad para planificar las actividades recogidas en su trabajo, estableciendo para ello las siguientes consignas: 

• El orden en el que se aborden las tareas no es relevante (salvo que se indique lo contrario).
• Una misma tarea puede ocupar varios días o sesiones.
• No se puede dejar un bloque o apartado a medias (solo se puede pasar al siguiente cuando se hayan terminado todas las del anterior).
• Si se acaban todas las tareas previstas para la sesión/día no habrá deberes para casa. Si no se terminan, habrá que acabar en casa lo que quede.
• No se puede empezar a trabajar hasta que el plan obtiene el visto bueno del profesor. 
• El docente revisará el plan todos los días y se tendrán que rendir cuentas entre lo planificado en el papel y lo realizado.
• No es necesario pedir para desplazarse por la clase o coger algún material (siempre que esto esté adecuadamente justificado en la planificación). 
• No será necesario trabajar en silencio absoluto, pero se tratará de mantener un nivel de ruido que no moleste al trabajo general.  

Al principio es poco probable que  las planificaciones de los estudiantes sean muy realistas, pero la valoración previa del docente a la que está sujeta la aprobación del plan servirá para hacerse una idea del nivel de los alumnos y le permitirá orientar y dirigir sus propuestas hacia planteamientos más adecuados a sus circunstancias. Como ya señalamos en el Paso 5, esta forma de enfocar el proceso de enseñanza-aprendizaje exige al docente una cierta anticipación (ya que deberá proporcionar los planes con sus tareas y demás elementos por adelantado al comienzo de cada unidad), pero a cambio tiene una serie de ventajas que convalidan con creces este pequeño esfuerzo. Algunas de las más destacables son las siguientes:

• Incrementa la responsabilidad de los estudiantes hacia la tarea (ya que han sido ellos mismos quienes se la han autoimpuesto).
• Les da la certeza de que la posibilidad de no llevar deberes es real y que depende exclusivamente de ellos (lo que incrementa su compromiso hacia el trabajo diario).
• Genera momentos en los que toda la clase está trabajando simultáneamente (lo que hace posible consultar dudas al docente sin que el resto tenga que perder tiempo). 
• Facilita el seguimiento del rendimiento escolar diario por parte de las familias (que utilizan el plan como instrumento de supervisión, igual que el docente).
• Se adapta mucho mejor a las circunstancias personales de cada estudiante y les hace más conscientes de los acontecimientos de sus vidas (ya que terminarán planificando en función de las actividades extraescolares o eventos que tengan por las tardes y que condicionarán o no la posibilidad de poder acabar la tarea en casa).
• Genera transferencia de los aprendizajes hacia contextos domésticos (en los que los alumnos aplican las habilidades y estrategias adquiridas para organizar mejor sus tiempos de ocio y estudio). 
• Permite la posibilidad de realizar adaptaciones específicas según el alumno introduciéndolas en el propio plan (sin que se modifique para ello la estructura de la unidad).
• Hace posible el trabajo del profesorado de apoyo y refuerzo educativo en el aula de referencia (ya que en lugar de tener que sacar a alumnos de clase podrá seguir trabajando de forma integrada los días en los que se produzca trabajo simultáneo, normalizando la intervención sobre el alumno así como su propia figura).