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Educar en el uso de materiales

La pregunta clave

¿Puedo utilizar cualquier material que esté disponible en internet para mis clases? La respuesta es NO. Que un material sea accesible a través de las redes no implica que no esté sujeto a derechos de autor, que sea libre ni que se pueda copiar, redistribuir ni modificar. 

Como docentes, habrá ocasiones en las que podamos utilizar materiales con derechos de autor bajo unas condiciones concretas. Será más fácil si dichos materiales tienen una licencia abierta, como Creative Commons o si son obras de Dominio Público. Es importante tener en cuenta que el hecho de que un material no indique nada respecto a su licencia de uso no implica que sea libre. Todo lo contrario. En el caso de que un material no indique su licencia, se considera que tiene todos los derechos reservados.

En cualquier caso, es necesario conocer qué son los derechos de autor, el Dominio Público y las licencias abiertas, así como las condiciones bajo las cuales se pueden utilizar para hacer un buen uso de los materiales existentes y cumplir con la legislación.

Los derechos de autor y la cultura libre

A continuación hacemos un rápido repaso del origen y evolución de los derechos de autor, así como el nacimiento del movimiento de cultura libre y los recursos educativos abiertos, como contexto de la creación y objetivos de las licencias de uso de los materiales educativos.

Origen de los derechos de autor

A lo largo de la historia se pueden encontrar diferentes políticas dirigidas a regular la copia y distribución de obras, aunque no es hasta 1710 cuando nace el concepto actual de los derechos de autor con la publicación del Estatuto de la Reina Ana en Inglaterra. Este estatuto, cuyo objetivo era "alentar a los hombres a componer y escribir libros útiles", reivindica la figura del autor y le reconoce unos derechos sobre su obra así como un plazo de duración de los mismos (14 años), evitando así los abusos del monopolio existente en ese momento en manos de editores e imprentas. Sin embargo, era complicado que los autores decidieran sobre sus obras, puesto que los editores e imprentas eran el único medio para que un autor pudiera reproducir y difundir sus obras y por tanto su poder seguía siendo enorme.

A partir de entonces distintas iniciativas, convenciones y directivas han ido dando forma a lo que conocemos hoy como derechos de autor (como el Convenio de Berna o las Directivas Europeas sobre derechos de autor), tratando de armonizar las legislaciones nacionales y extendiendo la duración de los derechos de autor hasta los 70 años desde el fallecimiento del autor en la Unión Europea. En estas decisiones siempre ha existido el debate entre la importancia del acceso universal a la cultura y al conocimiento de los ciudadanos y los derechos de los autores sobre su obra como motivación para continuar creando, influyendo de forma notable las presiones de los lobbys y sus intereses económicos.

El movimiento de cultura libre

A principios de los 80 surge un movimiento que lucha por la necesidad de la distribución libre del conocimiento y de la cultura. Fruto de este movimiento son las licencias GPL (Licencia Pública General) creadas por Richard Stallman dentro del movimiento de software libre, y posteriormente otras licencias inspiradas en estas y aplicables a otros ámbitos distintos del software, entre las que destacan las licencias Creative Commons (CC) creadas por Lawrence Lessig. En la creación de estas licencias también contribuyó el Open Content Project, proyecto de David Wiley que en 1998 ya definía el contenido abierto.

Nace así el movimiento de "cultura libre", término usado por primera vez en 2003 durante la Cumbre Mundial Sobre la Sociedad de la Información, definido como una "corriente de pensamiento que promueve la libertad en la distribución y modificación de trabajos creativos basándose en el principio del contenido libre para distribuir o modificar trabajos y obras creativas usando Internet así como otros medios" (Wikipedia).

El conocimiento libre en el ámbito educativo: los REA

Paralelamente, en el ámbito educativo se reconoce la necesidad de que los contenidos de las investigaciones y el material docente tenga una difusión libre y gratuita como medio para asegurar el derecho universal a la educación y el aprendizaje a lo largo de la vida. Este movimiento tiene su primer hito en 2001 cuando el Massachusetts Institute of Technology (MIT) libera todos sus materiales educativos a través del programa OpenCourseWare (OCW) y supone el origen de lo que posteriormente se denominará recursos educativos abiertos.

La UNESCO define por primera vez los recursos educativos abiertos (REA) en el 2012 en la Declaración de París. Esta definición ha sido actualizada en el 2019 en la Recomendación sobre Recursos Educativos Abiertos.

Los REA son "materiales de aprendizaje, enseñanza e investigación, en cualquier formato y soporte, de dominio público o protegidos por derechos de autor y que han sido publicados con una licencia abierta que permite el acceso a ellos, así como su reutilización, reconversión, adaptación y redistribución sin costo alguno por parte de terceros".

qué son los rea
Cedec. Qué son los REA (CC BY-SA)

La UNESCO destaca en esta recomendación que:

"la aplicación de licencias abiertas a materiales educativos abre importantes oportunidades en materia de creación, acceso, reutilización, reconversión, adaptación, redistribución, preservación y aseguramiento de la calidad de dichos materiales, de manera más eficaz en función de los costos. Estos materiales incluyen, entre otros, la traducción, la adaptación a diferentes contextos culturales y de aprendizaje, la elaboración de materiales con perspectiva de género y la creación de formatos alternativos y accesibles para educandos con necesidades educativas especiales".

En esta Recomendación se hace referencia además a los beneficios que aportan el uso de REA en el aula, destacados en este artículo del INTEF:

  • Su utilización combinada con diferentes metodologías ofrece nuevas posibilidades de innovación educativa, al tiempo que favorece una participación más activa de todos los agentes implicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
  • La generación de nuevas oportunidades de creación, acceso, reutilización y adaptación de dichos materiales.
  • La colaboración regional y mundial en esta materia puede contribuir a la optimización de los recursos y materiales elaborados.

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