Mi mejor amigo
¿Qué animales son nuestros mejores amigos? Sin duda, la respuesta popular dirá que los perros y los gatos, pero también podemos añadir otros como los conejillos de indias, las chinchicas, los canarios, peces... Aunque todos pueden ser considerados como animales domésticos, en tanto que viven en las casas como mascotas, su grado de interacción con los seres humanos es muy diverso.
En la naturaleza cuando dos especies se ayudan hablamos de "mutualismo", por ejemplo, las abejas toman el néctar de las flores y ayudan en la polinización. El origen de la interacción entre el ser humanos y algunos animales también comprende un beneficio mutuo, al menos cuando somos conscientes de sus necesidades y están bien atendidos. La adaptabilidad de perros y gatos para vivir en hogares ha hecho que sean considerados los "mejores amigos".
- La domesticación de plantas y animales
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La relación del ser humano con otros seres de la naturaleza ha ido cambiando con el tiempo. El ser humano, al igual que otros seres vivos, depende de su entorno para sobrevivir, para obtener alimento y refugio.
Es en el Neolítico (sobre el 9000 a.C), una importante etapa de la Prehistoria, cuando la relación con la naturaleza cambia y el ser humano comienza a domesticar plantas y animales, dejando de ser un mero depredador (un cazador y recolector). En el Neolítico el ser humano se hace sedentario, viviendo en poblados estables todo el año, y alimentándose de la agricultura, con plantas como el trigo. La ganadería también comienza a practicarse ahora, por ejemplo con ovejas. Junto a estas primeras especies vegetales y animales aparecerán otras que se irán seleccionando poco a poco de manera artificial por el ser humano, conforme a su mayor productividad y características.
- Historia de los animales de compañía
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En un primer momento estos animales y los seres humanos no se relacionaban como lo hacen ahora, como mascotas o animales de compañía. En la Prehistoria (hace 40000 años,) los primeros seres humanos comenzaron a establecer relaciones especiales con algunos de estos animales, como los antepasados de los perros, los lobos, que ayudaban en las cacerías. La especialización de las tareas que se asignaban a los primeros perros dio lugar a la división en las primeras razas. Por ejemplo, en Roma los galgos eran habituales en las cacerías y los mastines como perro de defensa o para el pastoreo. Se trata de una selección artificial, realizada por el hombre y no por la adaptación de la especie a la naturaleza.
La historia de los gatos se liga frecuentemente a la historia del Antiguo Egipto (3000 a.C), siendo un animal tan importante en su cultura que aparece momificado, en la mitología junto a los dioses, y es representado frecuentemente. Su introducción como animal doméstico se justifica por la caza de roedores y su contribución, en consecuencia, a la higiene y limpieza del hogar.
La historia de otras mascotas es mucho más reciente. Por ejemplo, los canarios son aves procedentes de las Islas Canarias, que llamaron la atención por su canto y llamativos colores, con la conquista de las Islas en el siglo XV. Y los conejillos de indias provienen de la región de los Andes y se introducen en la Edad Moderna en Europa, a partir del siglo XVI. Los periquitos provienen de Australia en el siglo XIX, o los hamsters, no se introdujeron en los hogares hasta mitad del siglo XX.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que los perros y los gatos son las únicas especies que conviven de manera cómoda con las personas, sin tener que renunciar a su comportamiento natural, ya que el resto de animales enjaulados no pueden expresar plenamente su naturaleza.