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Confunden "Lo entiendo" con "Ya me lo sé"

Estudiar no consiste solo en hacer tareas o en entender las cosas. Tenemos que aprender de memoria algunos contenidos. Para hacer esto es necesario tiempo y esfuerzo. El uso de herramientas y técnicas de estudio facilitan este trabajo pero el esfuerzo sigue siendo necesario. El proceso de memorización implica en un primer momento entender lo que se quiere asimilar. Después tiene que haber un momento de fijación en la memoria, que se realiza a través de la repetición. Para mantener lo aprendido, habrá que repasar periódicamente. 

 Las tareas en casa. Vídeo de CeDeC MECD en Youtube. Licencia Creative Commons

Aurelia Gómez, abuela de varias alumnas del IES "Enrique Díez-Canedo", cuenta su visión acerca de cómo estudian sus nietas. En su opinión, el esfuerzo para estudiar se refleja directamente en los resultados académicos.

Los síntomas

  • Leen solo la lección y, como la entienden, dejan de estudiar.
  • Dejan los materiales en clase porque creen que con lo que han entendido es suficiente.
  • Nunca tienen dudas ni preguntan. Están muy seguros, aunque luego cometen fallos garrafales.
  • Se limitan a hacer las tareas prácticas pero no dedican tiempo al estudio.
  • Suspenden los exámenes porque, aunque saben resolver actividades prácticas, fallan en las preguntas teóricas. 
  • Este problema también se da en las disciplinas que precisan de la realización de ejercicios y prácticas. Los estudiantes que presentan esta dificultad son aquellos alumnos que fallan en las operaciones, aunque sepan como se pueden hacer los ejercicios.

Cómo actuar

  • Establecer dentro de su horario, un tiempo dedicado solo a estudiar y memorizar.
  • Repasar con ellos los temas. Un buen recurso son los listados de preguntas: hacerles diez o quince preguntas cortas que les obliguen a repasar y mirar los datos.
  • Revisar con ellos los ejercicios para hacerles ver la necesidad de estudiar también la teoría.
  • Recomendar el uso de esquemas. Esto les permitirá resumir el contenido básico para luego memorizar los propios esquemas.
  • Responsabilizarlos. Nunca debemos estudiar los temas con ellos. Lo lógico es supervisar su estudio, no sustituirlo.
  • Insistir para  hacerles ver que  tareas más difíciles conllevan más esfuerzo: repetición y ampliación de lo que es más sencillo.

Establecer rutinas y hábitos es una buena manera de asegurar que se estudia bien. Un horario fijo de estudio (con descansos y momentos de relajación) ayuda a evitar la tentación de dejar las tareas a la mitad o terminar de estudiar sin haberlo comprendido todo.

Mi rutina de estudio. Vídeo de CeDeC MECD en Youtube. Licencia Creative Commons

El caso de Javier García Valencia, alumno del IES "Enrique Díez-Canedo", puede servir como ejemplo de la rutina que los estudiantes deben seguir. Lógicamente, no todos los chicos tienen que estudiar de la misma forma. El horario tiene que adaptarse a las condiciones de cada estudiante y a la etapa educativa en la que se encuentra.