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Suspenden

Es preciso desdramatizar los suspensos. No significa que no les demos importancia, sino que sepamos verlos como parte del proceso de aprendizaje. Con esta actitud, podremos actuar para orientar y ayudar a solventar los problemas.

 

Desdramatizar el suspenso. Vídeo de CeDeC MECD en YouTube. Licencia Creative Commons

Antonio Pizarro, director del IES "Enrique Díez-Canedo", deja claro que los suspensos en definitiva deben ser vistos como una llamada de atención, una manera de descubrir que algo no marcha bien. Será necesario hablar con los  hijos y con sus profesores para poner remedio a los problemas existentes.

¿Qué le digo si suspende?

  • Evitar los grandes gritos y castigos. Sino, solo conseguiremos que los hijos tengan más miedo a la hora de comunicar las notas o contar sus problemas.
  • Nunca insultar ni humillar. Tampoco comparar con nadie.
  • Escuchar a los hijos. Esto no quiere decir darles siempre la razón, sino intentar entenderlos para llegar a soluciones conjuntas.
  • Buscar ayuda en los profesores y profesionales.
  • Procurar que ni nuestras palabras ni la insistencia de las preguntas demuestren falta de confianza. Si el chico es una persona insegura, la falta de confianza aumentará su propia inseguridad. 

Implicación de las familias

Esta es una de los soluciones que todos los expertos apuntan para luchar "Contra el fracaso escolar". RNE dedicó una de sus emisiones a analizar este fenómeno y sobre todo a recoger propuestas que permitan a los padres colaborar para mejorar los resultados académicos.

  Con la educación. Contra el fracaso escolar. 07/06/2011

El programa de Radio Nacional que afronta este tema, aporta soluciones e ideas y sobre todo debe ser un punto de partida para hacernos reflexionar acerca de nuestra propia implicación y relación con los profesores, el colegio y el resto de padres.

El abandono escolar es sin duda uno de los grandes problemas de la educación en la actualidad. Muchos alumnos dejan sus estudios sin haber conseguido ni siquiera el título de enseñanza obligatoria.  Los padres deben hacer reflexionar, y reflexionar con sus hijos para que estos mediten una decisión de la que en la mayoría de los casos, se arrepienten antes o después.

 Por qué estudiar IV (Estudios y futuro). Vídeo de CeDeC MECD en Youtube. Licencia Creative Commons

Javier García Valencia es un alumno del IES "Enrique Díez-Canedo" que está a punto de terminar Bachillerato. El contacto con compañeros que dejaron de estudiar a edad temprana, le permite afirmar que todas las personas que dejaron sus estudios, se arrepienten de haberlo hecho.

¿Cómo controlo los estudios de mis hijos?

Estas serían algunas recomendaciones básicas:

  • Observar durante el curso la conducta hacia el estudio: tiempo de dedicación, interés con el que hablan de lo que aprende y de sus profesores, resultados de los controles parciales.
  • Es importante estar cerca de los profesores para saber realmente lo que está pasando. El contacto con el profesorado (de manera directa, o través de la agenda escolar u otros medios) es no solo recomendabel sino imprescindible.
  • Hacer ver que las pruebas extraordinarias de septiembre son realmente "extraordinarias". Deben evitar llegar a necesitarlas trabajando desde el principio para corregir sus errores y mejorar lo que sí hayan hecho bien. La solución es la planificación del trabajo diario y la constancia en realizarlo. Están a tiempo de sacar adelante el curso, si empiezan lo antes posible. Aplazar el esfuerzo al verano, cuando los demás descansan y deben descansar ellos también, no garantiza su éxito. 

¿Es posible prevenir los suspensos? ¿Cómo actuar cuando estos aparecen? Las respuestas a estas preguntas no son fáciles. Pero sí que existen algunas actitudes básicas que pueden aplicarse en la mayoría de los casos. La actuación de los padres debe basarse en combinar la confianza y la vigilancia.

La actitud de los padres. Vídeo de CeDeC MECD en Youtube. Licencia Creative Commons

Pepe y Coral Sánchez Pulido son dos hermanos que estudian en el IES "Enrique Díez-Canedo". Los dos coinciden en que en un primer momento, es necesario dar confianza para que los chicos se responsabilicen de sus estudios. Solo cuando surjan los problemas, llegará el momento de preocuparse y tomar decisiones.