En nuestro país, los primeros antecedentes de medidas preventivas de daños por riesgo sísmico datan del siglo XVI (consecuencia de los terremotos de Vera, en 1518, y Alhama de Almería, en 1522), con indicaciones sobre cómo tenían que reconstruirse los edificios dañados. En la actualidad, existe la Norma Sismorresistente NCSE-02, por la que se obliga al cumplimiento de las normas de construcción y diseño según las zonas, de acuerdo con un mapa de peligrosidad sísmica probabilística, en función del tipo de construcción.
Aunque no se puede predecir cuándo va a producirse un terremoto o con qué intensidad, sí que es posible estar preparados para cuando ocurra un evento de estas características.
Como vamos a ver a lo largo de esta situación de aprendizaje, el hombre juega un papel fundamental en lo que a vulnerabilidad y exposición se refiere, incrementando o reduciendo el riesgo sísmico.
Antes de empezar, prepara una carpeta digital en la que vas a ir guardando todas las evidencias, trabajos y tareas, ya sean grupales o individuales. En el plazo establecido previamente, se pondrán a disposición del docente para su revisión y evaluación.
