Si quieres explorar el mundo como un científico estas son las herramientas que necesitas:
Presta atención a lo que habitualmente te pasa desapercibido
Andamos tan liados que no ponemos demasiado interés en el mundo que nos rodea. Detente un momento y observa… Descubrirás infinidad de cosas en las que nunca habías reparado. |
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Compara
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Es un truco que te ayudará a detenerte y observar con atención. ¿Cómo son de diferentes dos objetos o cómo son de iguales? Te sorprenderás más de una vez al ver que existen diferencias entre dos cosas que, en principio, parecían iguales. Por ejemplo, ¿cómo son de diferentes los objetos de la imagen? |
Hazte preguntas
Hacerse preguntas e intentar responderlas es fundamental para intentar explicar cómo funciona el mundo. Algunas de estas preguntas se pueden responder experimentando. Una buena forma de comenzar a hacerse preguntas es planteándote qué sucedería si…
¿Qué sucedería si le echo más vinagre a un merengue? ¿Qué sucedería si pongo una salchicha momificada en la nevera? ¿Qué sucedería si mis orejas fuesen el doble de grandes?

Experimenta para comprobar tus ideas
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Tienes una pregunta. Ahora hay que experimentar para buscar las posibles respuestas. Eso sí, hay un detalle muy importante. Cuando hagas un experimento, haz un cambio cada vez y observa qué sucede. Si haces muchos cambios a la vez no podrás saber a cuál se debe la diferencia. Por ejemplo, puedes usar zumo de naranja en lugar de vinagre para hacer un merengue. ¿En qué se nota este cambio? ¿Se monta más rápido o más despacio? |
Haz predicciones
Cuando haces una predicción intentas suponer qué va a suceder la próxima vez que hagas lo mismo. Estás haciendo una suposición, pero con fundamento, es decir, haces tus suposiciones después de experimentar y pensar sobre lo que ha sucedido previamente. Esto quiere decir que tienes una idea sobre cómo funciona algo. Hacer una predicción, y luego experimentar para ver qué sucede, te ayudará a saber si tu idea es correcta.

Medir y contar
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A veces, cuando haces un experimento, obtienes resultados que puedes medir. Por ejemplo, puedes medir cómo de alta es la torre que puedes construir con merengue. |
Toma nota de tus descubrimientos
Llega un momento en que es necesario registrar lo que vas observando, ya que tu memoria no es suficiente. Puedes apuntar los datos que obtienes, tomar notas de lo que observas, hacer un gráfico... Hay muchos modos de hacerlo, pero no todos son siempre igual de convenientes en función de lo que estás observando.

Explica lo que observas
Tenías una pregunta, experimentaste y ahora toca pensar. Es en este momento donde la experimentación tiene mucho en común con el trabajo de un detective. Ambos buscan las evidencias que les aportan las pruebas y elaboran una explicación que se basa en esas evidencias. ¿Qué pruebas, qué resultados te hacen pensar que tu explicación es correcta? ¿Quizá otros experimentos podrían aportarte más pruebas? ¿Existen otras formas posibles de explicar lo que sucedió? ¿Puedes relacionar lo que observas con algo que tú ya sabías?
