El espectáculo de la vida
Para hablar de los subgéneros dramáticos, debemos remontarnos a la antigua Grecia y sus ritos en torno a Dioniso, dios del vino. De hecho, se dice que la etimología de la palabra tragedia viene del griego y significa "el canto de cabra", aunque no está claro si es porque, en estas fiestas dionisíacas, se sacrificaba una cabra o bien se recibía como premio.
Al principio, había un grupo de personas que formaban el coro: cantaban y danzaban en la orquestra para alabar al dios Dioniso. Parece ser que, de ahí, una de las personas que componían ese coro empezó a separarse, adquirir individualismo y dialogar con el coro. Surge así la idea del corifeo, que no es ni más ni menos que el primer actor. Después, vinieron otros personajes con entidad propia a dialogar con el corifeo y poco a poco, con el paso de los años, el coro fue perdiendo protagonismo hasta desaparecer prácticamente. Ese primer actor usaba a veces unas máscaras para caracterizar a los personajes y que quedara más claro qué personaje estaba interpretando. En ocasiones, estas máscaras tenían una boca muy grande que conseguía aumentar la voz de los actores.
Con la aparición de los personajes y, por tanto, del diálogo, el teatro se dividió en tragedia o comedia según la finalidad que perseguían, los temas que trataban y los personajes que aparecían. Surge así el icono del teatro como las dos máscaras: una es triste, como la tragedia; la otra se ríe, como en la comedia. Estos símbolos vienen de las musas Talía y Melpómene. Talía es la musa de la comedia y se reconoce porque tiene una cara risueña y lleva en la mano una máscara sonriente; Melpómene, por otro lado, es la musa de la tragedia. Su mirada es triste y lleva en una mano una máscara trágica y en la otra un puñal con sangre. La mitología cuenta que Melpómene tenía todas las riquezas y, sin embargo, no era feliz y, por eso, representa la tragedia: es muy triste tenerlo todo y no saber disfrutarlo.
El objetivo del teatro y, por lo tanto, de todos los subgéneros teatrales era -y todavía es- que el público se identificara con los acontecimientos que se representaban ya sea con los elementos cómicos o con los trágicos del teatro. Alegría y dolor, un buen resumen para representar el espectáculo de la vida.
En Roma recibía el nombre de Baco.
Espacio circular delante del escenario de los teatros griegos donde se danzaba.