Corregimos un texto
Corrige el siguiente texto en el que el uso de la g y la j no siempre ha sido el correcto:
El verano en la granja
Cuando era goven a Ánjela le gustaba mucho ir a la granja de sus abuelos en verano y ayudarles con sus trabagos de janadería y de agricultura. Durante el día ella paseaba con el ganado por la gran extensión de campo que sus abuelos tenían o ayudaba con los cultivos. En los ratos libres disfrutaba en los campos de jirasoles con sus jatos, o le gustaba montar en el tractor que sus abuelos tenían en el garage. Por las noches refrescaba y siempre se ponía un gersey que su abuela le había tejido con mucho cariño. A veces, dos vecinos, que eran gemelos y extrangeros, gujaban con ella a tirar y hacer jirar la peonza; se hicieron jrandes amigos. Después de pasar un verano entero siempre parecía una trajedia porque la nostaljia de no volver en mucho tiempo siempre jeneraba tristeza y un montón de lájrimas en ella, pero no había más remedio que pasar pájina, hacer el equipaje, y esperar otro año para rejresar de nuevo.
David Herrero Sobrino. El verano en la granja. (CC BY-SA)
Expresión escrita
Imagina que tuvieras una granja con tus abuelos o algún familiar; relata qué cosas harías si pudieras pasar el verano en ella.
Cuando era joven a Ángela le gustaba mucho ir a la granja de sus abuelos en verano y ayudarles con sus trabajos de ganadería y de agricultura. Durante el día ella paseaba con el ganado por la gran extensión de campo que sus abuelos tenían o ayudaba con los cultivos. En los ratos libres disfrutaba en los campos de girasoles con sus gatos, o le gustaba montar en el tractor que sus abuelos tenían en el garaje. Por las noches refrescaba y siempre se ponía un jersey que su abuela le había tejido con mucho cariño. A veces, dos vecinos, que eran gemelos y extranjeros, jugaban con ella a tirar y hacer girar la peonza; se hicieron grandes amigos. Después de pasar un verano entero siempre parecía una tragedia porque la nostalgia de no volver en mucho tiempo siempre generaba tristeza y un montón de lágrimas en ella, pero no había más remedio que pasar página, hacer el equipaje, y esperar otro año para regresar de nuevo.
David Herrero Sobrino. El verano en la granja. (CC BY-SA)