Como la vida de los artistas se erige como relevante e importante, al igual que su nombre por encima de su obra, cada vez son más los testimonios que ponen en cuestión muchas de las conductas de Picasso con el círculo que le rodeaba, fueran estos compañeros artistas, parejas o hijos. Algunos justifican este comportamiento por el “arrebato creador” de índole romántica, que justifica el maltrato en aras de una creación superior, otros lo desmienten y otros lo evidencian como algo inapropiado y reprobable.
En cualquier caso, es interesante tratar la relación de los y las artistas y sus parejas, y cómo, en muchos casos, una parte de la pareja debió renunciar por el éxito de la otra y cómo, en otras ocasiones, sin embargo, ambas partes se nutrieron mutuamente. En la obra Los otros importantes (Cátedra, 1994), coordinada por Whitney Chadwick e Isabelle de Courtrivron, se habla de las parejas de creadores y sus relaciones, a veces de poder y otras, sin embargo, de colaboración y apoyo incondicional. Rescatamos de la introducción de este libro estas dos ideas para la reflexión:
Las biografías y las monografías tradicionales suelen describir la creatividad como la lucha solitaria de un individuo extraordinario (normalmente un hombre) por la expresión artística. En vez de ello, decidimos explorar las complejidades de varias asociaciones y colaboraciones, dolorosas y enriquecedoras. (p. 9)
Los estereotipos, las imágenes y los mitos que hemos heredado están empobrecidos. […] Muchas parejas han conseguido trascender estos límites, aunque a menudo han tenido que pagar un precio muy alto, y crear ellos mismos una alternativa del sistema creativo y afectivo. (p. 16)
Por otro lado, Mihaly Csikszentmihalyi, en su obra Creatividad (Paidós, 1998), analiza varios factores para que una persona pueda desarrollar su creatividad y tener éxito en la vida. Uno de estos factores es tener un “cónyuge sostenedor”, es decir, se destaca la importancia de una vida afectiva satisfactoria junto a una persona que comparta cargas y apoye anhelos.