Hay un dicho que nos viene muy bien para el tema que estamos tratando y dice así: al gusto dañado lo dulce le es amargo. El dicho nos viene a contar que sin el buen funcionamiento del sentido del gusto no podemos saborear realmente los alimentos, de ahí la importancia de este sentido.

Mediante el gusto podemos percibir y procesar las propiedades químicas de aquellos alimentos que ingerimos, como hemos comentado anteriormente está relacionado con el sentido del olfato, pero además también con un proceso vital: la alimentación. Gracias al gusto podemos captar los sabores de los alimentos, esto nos permite elegir el consumo de alimentos y de nutrientes que queremos realizar.

Un mismo alimento puede tener "varios sabores", es decir, que no es el propio alimento el que permite que identifiquemos el sabor, sino cómo procesamos cada uno la información obtenida de ese alimento. Por lo que será este proceso el que nos hará percibir un mismo sabor como apetitoso o, por el contrario, como desagradable.

Todos los sentidos son importantes, este, aunque no lo parezca, también, no solo para saborear los alimentos sino para la supervivencia de los seres humanos. Decimos que el sentido del gusto es importante para la supervivencia porque gracias a la percepción de los sabores nos permite saber si un alimento está en mal estado o si es tóxico para nuestro organismo.

Generalmente relacionamos este sentido con el sabor de los alimentos, aunque debemos saber que este aspecto no depende solo del gusto, sino que se encuentra muy ligado a otro sentido: el olfato.