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El corral de comedias como espacio de representación

Introducción

Este recurso, que se incluye dentro del itinerario de aprendizaje "La literatura de los Siglos de Oro (III): el teatro" , va destinado al alumnado de 3º ESO. A través de él, estos aprenderán cómo eran los espacios donde se representaban las obras de teatro en el siglo XVII. Descubrirán su estructura y funcionamiento, así como el modo en que se desarrollaban las representaciones. Aunque estos corrales se caracterizaban por su sencillez, fueron los primeros "teatros" y con ellos se consiguió que el género teatral se estabilizara ya que tuvo un gran éxito en esa sociedad y en todos los estratos de diferente nivel sociocultural. Las representaciones teatrales se arraigaron aún más, gracias a los corrales ya que básicamente era el único medio de distracción de la gente de la época.

Nos adentraremos en el corral de comedias de Almagro (Ciudad Real), conocido en todo el mundo por ser el único corral de comedias que permanece activo tal y como era hace varios siglos. En él, se siguen representado todos los años festivales y representaciones de obras teatrales, con las mejores compañías.                                                             

Fotrografía de azulejo conmemorativo del corral de comedias de Almagro
Wikimedia Commons/Carlos Delgado. Azulejo conmemorativo del corral de comedias de Almagro (CC BY-SA)

Y es que el siglo XVII vio el máximo desarrollo de la actividad teatral del Siglo de Oro en los corrales de comedias por su carácter comercial y popular. Gracias al éxito general de las representaciones teatrales estos lugares se convirtieron en verdaderos espacios de representación;  de ahí el título con el que aparece este recurso.

Aquí, el profesorado encontrará la información teórica esencial relativa a la cuestión, actividades de diferente tipología (como cuestionarios para conocer lo que se ha aprendido, visitas virtuales a espacios teatrales o actividades más lúdicas como la lectura teatralizada de una obra de teatro del Siglo de Oro) y una rúbrica como instrumento de evaluación final, que le permitirá medir la evolución del alumnado durante el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje.