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Decir lo que sentimos, sentir lo que decimos

Escuchando



- ¿Has entregado ya la tarea? A mí todavía no me ha dado tiempo; pero la verdad es que me está encantando. Es la primera vez que hago un resumen con imágenes. ¡Y "solito"! ¡Estoy flipando!

- A mí también me ha gustado. Hay que subirla al blog, acuérdate. Yo estoy deseando que Manuel la corrija a ver qué tal ha quedado. De todas formas, no te preocupes. Hoy nos toca hablar a nosotros, así que no creo que nos la pida.

- ¡Es verdad! ¡Me flipan estas clases! Al principio, me daba un poco de vergüenza intervenir en los debates y dar mi opinión sobre algunos temas, pero ya me estoy acostumbrando y me parece fantástico. Además, dice mi madre que "hablando se entiende la gente". Seguro que Manuel nos propone hoy algún tema para conversar.

- Buenos días, grupo. ¿Qué tal esos ánimos? Os adelanto que he estado viendo algunas de las presentaciones que habéis hecho y estoy francamente sorprendido. Muy bien. Pero... como ya conocéis la dinámica de la clase, supongo que venís preparados para charlar un ratito; así descansa mi garganta, ¿no os parece? ¡Anda que no os gusta! A unos más que a otros, pero hablaremos para todos, ¿eh? Y conste que no lo digo por nadie en particular... Dejamos los cuchicheos y ¡en marcha!

Reflexión

A lo largo del día, nos comunicamos continuamente. Nosotros, en clase, entablamos diariamente nuestras conversaciones, académicas o personales, ¿verdad? Y la forma más habitual de intercambio de información es el diálogo. El DRAE lo define así: "Plática entre dos o más personas, que alternativamente manifiestan sus ideas o afectos"; es decir, los ingredientes son estos: varios individuos y un tema de conversación sobre el que hablan todos.

Escucha ahora con atención. ¿Qué opinas de este diálogo?

Aula- Y una de ellas, por supuesto es mostrar interés por aquello de lo que se habla, contribuyendo con nuestras opiniones y sin aprovechar un tema para hablar de otro que no viene al caso.

- Pues alguno más vale que aprenda..., que parece que no le interesa nunca nada de lo que decimos. ¡Eh, que estoy hablando contigo, Andrés! Tranquilo, tranquilo, que no quiero molestarte de ninguna manera.

- ¿Qué está pasando? ¿De qué habláis?

- De nada, Bea, total, es que ni se inmuta. No hay quien cruce más de dos palabras con él.

- A ver, chicos, un poco de paz. Es imposible que haya diálogo si uno no quiere intervenir en él, eso es evidente. Vamos a hacer una pequeña tarea que os ayudará a mejorar la comunicación. Creo que os está haciendo falta, ¿eh?

Recuerda

La comunicación oral se caracteriza por ser mucho más espontánea que la escrita; de ahí que se empleen en ella frases más simples que quedan, muchas veces, sin terminar. Junto a la palabra, adquieren una especial importancia los gestos y la entonación de los interlocutores.

Si la situación comunicativa surge espontánea, hablamos de conversaciones, diálogos, discusiones... Si son el resultado de una elaboración previa, se tratará de un seminario, debate, foro, mesa redonda, entrevista...

Tarea

Gestos
Elena Cabrera. The tiger lillies (CC BY-SA)

Organizar nuestra comunicación oral

Nuestro propósito, en cualquier caso, debe ser mejorar la comunicación oral, cuyos rasgos ya conocéis. El primer paso será reflexionar sobre los errores que podemos cometer cuando hablamos con otros. Eso es lo que vamos a intentar llevar a cabo con esta tarea.