Chomsky
La teoría de la Gramática universal desarrollada por Noam Chomsky a mediados del siglo XX ha sido la base de la comprensión y el avance de los estudios lingüísticos desde entonces.
Chomsky defiende que los bebés humanos nacen con un dispositivo cerebral especialmente preparado para el lenguaje. Para afirmar esto se basa, entre otras cosas, en lo que se llama “el problema de Platón”. Nuestra forma de hablar natural nunca es una producción lingüística perfecta, todo lo contrario: dejamos las frases sin terminar, cometemos errores, cambiamos de idea en la mitad de otra… Sin embargo, todos los niños del mundo, criados en todas las lenguas del mundo, oyendo esa habla imperfecta de los demás, desarrollan un lenguaje complejo y perfecto entre los dos y los cinco años. Chomsky dice que es porque tenemos una capacidad innata para ello.
Además de por este y otros argumentos, esta teoría es interesante porque afirma que, en un nivel profundo, la sintaxis de todas las lenguas humanas es exactamente igual. De una manera u otra, todas ellas expresan sujetos, complementos directos e indirectos, atributos, complementos circunstanciales, etc. En definitiva, esto nos habla de cómo el cerebro humano percibe, organiza y expresa el mundo. Como veremos en el siguiente punto, esta es otra prueba de la igualdad entre las lenguas humanas: al igual que en las razas, sus diferencias solo son superficiales.