Enfermedad: Definición y Características.
La palabra enfermedad proviene del latín “infirmis” que significa no firme, quizás porque lo primero que sentimos cuando estamos enfermos es debilidad o falta de fortaleza.
Según la OMS "la enfermedad es cualquier alteración o desviación del estado fisiológico de una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos y cuya evolución es más o menos previsible”.
Generalmente empezamos a sentirnos enfermos cuando sufrimos algunos síntomas, como fiebre, dolor, cansancio o fatiga, angustia; síntomas externos como erupciones en la piel; síntomas digestivos como falta de apetito o diarrea. Con esas señales nuestro organismo nos avisa de que algo no está funcionando bien es cuando debemos de consultar a nuestro pediatra.
A continuación nos centraremos en conocer con más detalle los síntomas más importantes que aparecen antes de una enfermedad. En su mayoría son mecanismos de defensa de nuestro cuerpo que activan las defensas para combatir la enfermedad.
Fiebre.
El cuerpo aumenta la temperatura para luchar contra los virus, gérmenes o bacterias incrementando el calor del organismo más de lo habitual. Si medimos la temperatura con un termómetro en la axila tendremos fiebre si superamos los 37,5 grados y de 37 a 37,5 se considera febrícula, es decir, es un síntoma leve que hay que vigilar si persiste durante 3 días. Desde los 37,5 hasta los 39 grados hablamos de fiebre moderada, y a partir de los 39 de fiebre alta.
Tos.
El cuerpo humano está muy bien diseñado para combatir las enfermedades desde su aparición y la tos es otro mecanismo de defensa de nuestro organismo. Gracias a la tos se pueden limpiar las vías respiratorias liberando el exceso de mucosidad que se crea en las paredes de las vías respiratorias y evitando que los microbios y los virus invadan nuestro sistema respiratorio.
Diarrea aguda.
Otro síntoma que nos alerta de que algo no va bien en nuestro organismo es la diarrea. Se produce cuando aumenta el número de deposiciones al día o las heces se presentan líquidas e inconsistentes. El mayor riesgo es la deshidratación por lo que es conveniente beber bastante agua. Si persiste más de 5 días deberemos consultar a nuestro pediatra.
Vómitos.
Son la expulsión del contenido del estómago, por lo que hay que observar si se trata de alimento, bilis o líquido y vigilar también su color y apariencia. Muchas veces se produce porque simplemente un alimento no ha sido correctamente digerido y se trata de una situación puntual sin mayor importancia.