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¡A lavarse las manos!

Un minuto y ahora sí las puedes aclarar...

El lavado de manos se ha convertido en una rutina imprescindible para evitar contraer enfermedades y debemos llevarlo a cabo varias veces al día. Es conveniente hacerlo con jabón y así evitar siempre que se pueda geles hidroalcohólicos que dañan la capa externa o manto ácido de la piel, aumentando la posibilidad de sufrir hongos o grietas en la piel que puedan infectarse. Para realizar un correcto lavado de manos el procedimiento debe de durar de 40 a 60 segundos según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para ello, debemos mojarnos las manos con agua y depositar en la palma de la mano una cantidad suficiente de jabón neutro como para cubrir toda la superficie de las dos manos. Comenzaremos frotando las palmas entre sí con movimientos circulares. Después, frotaremos la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda, entrelazando los dedos y viceversa y haremos lo mismo con las palmas de la mano, frotándolas entre sí con los dedos entrelazados.

En el siguiente paso, nos encargaremos de frotar bien todos los dedos de cada mano comenzando por el pulgar y terminando por el meñique y concluiremos frotando bien las muñecas. Nos aclararemos con abundante agua para evitar dejar residuos de jabón y utilizaremos una toalla desechable si nos encontramos fuera de casa y sino utilizaremos la toalla personal que lavaremos con frecuencia a más de 60º.

Podemos acompañar el lavado de manos con un cepillo especial de cerdas suaves para la limpieza de las uñas a las que prestaremos especial atención cortándolas periódicamente.

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