Es fundamental adoptar la ducha como rutina diaria, ya que es una forma de garantizar nuestro bienestar y sentirnos cómodos con quienes nos rodean. También es una forma de protegernos de gérmenes y bacterias. Los niños a partir de los 7 u 8 años tienen que disponer de la autonomía suficiente para ducharse por sí solos. Tan solo tenemos que seguir unos pasos muy sencillos y responsabilizarnos de esta sencilla tarea que tiene que formar parte de nuestra rutina diaria. Para ello podemos tomar nota de los pasos que nos indica el siguiente vídeo.

LA DUCHA

Es fundamental adoptar la ducha como rutina diaria, ya que es una forma de garantizar nuestro bienestar y sentirnos cómodos con quienes nos rodean. También es una forma de protegernos de gérmenes y bacterias. Los niños a partir de los 7 u 8 años tienen que disponer de la autonomía suficiente para ducharse por sí solos. Se debe de comprobar antes de comenzar la ducha la temperatura del agua, regulándola para evitar quemaduras y otros contratiempos.

También tenemos que comprobar que tenemos todos nuestros productos de higiene, toallas disponibles y ropa limpia antes de empezar a ducharnos. Comenzaremos aplicando jabón por la cara, el cuello y los hombros, e iremos bajando por el resto del cuerpo hasta llegar a los pies. Es importante prestar más atención a las axilas y zonas íntimas que tienen mayor tendencia a acumular gérmenes y bacterias. Una vez que nos hemos enjabonado bien tenemos que lavar el pelo con un champú adecuado a cada tipo de cabello siendo muy importante el aclarado para evitar restos de jabón que puedan dañar el cuero cabelludo.

La higiene es personal, nuestros utensilios no pueden ser compartidos. Es muy importante la limpieza de los pies y el cuidado de las uñas para evitar hongos (secarlos correctamente y cortarse las uñas periódicamente). En cuanto a la limpieza de oídos es desaconsejable el uso de bastoncillos debido a que estos empujan la cera hacia el interior del conducto auditivo impidiendo que salga por sí misma. Después de la ducha lo único que haremos será secar bien el pabellón auditivo y en caso de presentar tapones de cerumen acudir al pediatra para confirmar si es necesaria su extracción porque ocasionen dolor, picores, impidan la correcta audición o produzcan otras molestias.

Después de la ducha es conveniente hidratar la piel con una crema hidratante sobre todo incidiendo en las zonas de mayor fricción diaria como puede ser cuello, codos y rodillas. Para finalizar nos vestiremos con ropa limpia, a ser posible de algodón y transpirable para evitar la sudoración y las rozaduras y peinaremos el cabello con un cepillo de cerdas suaves.