Como se ha comentado en la introducción, el electromagnetismo aúna la electricidad y el magnetismo y es que la primera (electricidad) lleva implícita a la segunda (magnetismo) como vamos a ver en este apartado.
De forma básica y resumida, podemos decir que el electromagnetismo es el magnetismo producido por la corriente eléctrica.
Cuando una carga eléctrica está en movimiento, es decir, hay corriente eléctrica, esta produce un campo magnético alrededor del conductor, a la vez de mover la carga eléctrica. Esta comprobación la podemos hacer con una brújula. Sabemos que las agujas de las brújulas están imantadas (polos norte y sur). Y que si no hay otras fuerzas magnéticas cercanas actuando, la aguja señalará hacia el norte. Pero si acercamos un cable por el que circula corriente eléctrica podemos observar que la aguja empieza a oscilar, dejando de apuntar de forma fija y segura hacia el norte. Esto es debido a que el cable, por el que está circulando corriente eléctrica, emite un campo magnético.
Veamos un vídeo para entender como funciona:
El uso del electromagnetismo está muy extendido, ya que nos permite encender o apagar un imán a nuestro antojo o en este caso para nuestro beneficio. Son muchos los campos que hacen uso del electromagnetismo, como la ingeniería, la salud, la construcción civil, entre otros, por ejemplo en un timbre, en los rayos X, en los microondas, en las resonancias magnéticas, en trenes de levitación magnética o en los desguaces para levantar y transportar grandes cargas metálicas.