Lee atentamente este fragmento de la segunda escena del primer acto de Los amantes de Teruel, escrito por Juan Eugenio Hartzenbusch. A continuación encontrarás una serie de cuestiones sobre el texto:
Escena II
OSMÍN, por una puerta lateral; ADEL, MARSILLA.
OSMÍN
¿Se fue Zulima?
ADEL
Se fue.
Tú nos habrás acechado.
OSMÍN
He cumplido mi deber.
Al ausentarse el amir
con este encargo quedé.
Es más cauto nuestro dueño
que esa liviana mujer.
El lienzo escrito con sangre
¿dónde está?
ADEL
Allí. (Señalando la cama.)
OSMÍN
Venga.
ADEL
Ten. (Le da el lienzo y OSMÍN lee.)
Mira sí es que dice, ya
que tú lo sabes leer,
dónde lo pudo escribir;
porque en el encierro aquel
apenas penetra nunca
rayo de luz: verdad es
que rotas esta mañana
puerta y cadenas hallé:
debió, después de romperlas,
el subterráneo correr,
y hallando el lienzo...
OSMÍN (Asombrado de lo que ha leído.)
¡Es posible!
ADEL
¿Qué cosa?
OSMÍN
¡Oh vasallo infiel!
Avisar al rey es fuerza,
y al pérfido sorprender.
ADEL
¿Es este el pérfido? (Señalando a MARSILLA.)
OSMÍN
No
ese noble aragonés
hoy el salvador será
de Valencia y de su rey.
ADEL
Zulima viene.
OSMÍN
Silencio
con ella, y al punto ve
a buscarme. (Vase.)
ADEL
Norabuena.
Así me harás la merced
de explicarme lo que pasa.
Juan Eugenio Hartzenbusch. Los amantes de Teruel. Cervantes Virtual