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Otras manifestaciones relevantes: las comedias

La comedia de magia

Este tipo de comedias, que surge de la producción teatral del siglo XVIII y que tuvieron un éxito sin precedentes en Francia, destaca por el entramado escénico donde se desarrolla la representación y no tanto por su calidad literaria. De hecho, su arte fue denostado por muchos dramaturgos ya que veían en su propuesta aspectos poco creíbles, inverosímiles, que rayaban el mal gusto.

Las comedias de magia están plagadas de duendes, enanos y gigantes que se transforman, mutan en otros seres, desaparecen o se atribuyen cualidades mágicas, como volar. Con su comportamiento encandilaban a un público con escaso interés en las obras trascendentales.

El personaje de una comedia de magia
Wikimedia Commons/Antonio Gómez Cros. Antonio Guzmán actor (CC BY-SA)

La comedia moratiniana

Así se define la comedia cómica de esta etapa. El Romanticismo impuso una hoja de ruta tan trascendental y social que en ocasiones se descuidó la vertiente humorística. Leandro Fernández de Moratín fue un referente para los autores decimonónicos, que crearon piezas sencillas ambientadas en lugares cotidianos. Los personajes no estaban diseñados para mostrar perfiles psicológicos complejos, más bien lo contrario: gracias a ellos, la realidad se leía en clave de caricatura.

En lo referente a la escenografía, las representaciones eran experiencias equilibradas donde primaban las buenas formas. El público burgués se veía reflejado en ellas y, gracias al componente irónico, aspecto importante de este teatro, podían reflexionar sobre la configuración social que ayudaban a sostener.

La comedia en tiempos de oscuridad
Pixabay/squarefrog. Skeleton skull (Pixabay License)

La alta comedia

La alta comedia, que se desarrolla principalmente en la segunda mitad del siglo XIX, también encuentra sus raíces en la influencia moratiniana. En este caso, el planteamiento evoluciona hacia un tipo de teatro diseñado para los gustos burgueses y refleja de manera más o menos fidedigna los problemas domésticos de las clases pudientes. El objetivo es plantear una propuesta crítica con un estilo de vida decadente, corrupto y que ampara una pérdida de valores clave como la amistad, la honestidad o el amor.

El retrato de las clases acomodadas
Wikimedia Commons/R. Cortés. Burguesía (Dominio público)