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Fuentes de financiación propias

 

Las fuentes de financiación propias son aquellas que provienen de los recursos propios de la empresa o de sus socios. En principio, se trata de dinero que no hay que devolver, a diferencia de un préstamo de un banco (que sería una fuente de financiación ajena).

Las más comunes son las siguientes:

Aportaciones de los socios

Puede tratarse del desembolso inicial (capital inicial) que aportaron los socios cuando se constituyó la sociedad, o bien aportaciones posteriores atendiendo a necesidades específicas de funcionamiento de la empresa.

Autofinanciación

La actividad de la empresa genera ingresos para la misma que pueden repartirse en forma de beneficios para sus socios, o bien reservar una parte para reinvertirlos en la empresa, para financiar nuevas inversiones.

Capitalización de la prestación de desempleo

Las personas que están percibiendo la prestación de desempleo de nivel contributivo pueden solicitar el pago de la misma por su importe total (pago único) para realizar una actividad por cuenta propia como trabajador autónomo o incorporarse como socios en una empresa realizando una aportación de capital. Más información sobre requisitos en la página web del SEPE.