La materia está presente en todo lo que nos rodea. Si nos centramos en la definición que aporta la Real Academia de la Lengua (RAE) sobre la materia, nos indica que “es la realidad espacial y perceptible por los sentidos de la que están hechas las cosas que nos rodean y que, con la energía, constituye el mundo físico”.

La materia está compuesta por átomos, de forma que una sola gota de agua, por ejemplo, puede contener tres trillones de átomos de hidrógeno. Los átomos son partículas que solo podríamos observar a través de un microscopio. A su vez el átomo que compone la materia se descompone en partes más pequeñas aún, en concreto un átomo puede tener un núcleo y uno o varios electrones. El núcleo contiene la carga positiva y en el exterior del núcleo los protones contienen la carga negativa. Los átomos pueden ser diferentes en cuanto a tamaño, masa o forma, es decir los átomos de los que está compuesta la materia pueden ser diferentes en función del tipo de materia de que se trate.

La materia es todo aquello que tiene masa y volumen, es decir, que ocupa un lugar en el espacio, de forma que la luz o el sonido no formarían parte de la materia.

La masa es la cantidad de materia que tiene un cuerpo y a mayor masa en el microscopio observaremos un mayor número de átomos o partículas.

El volumen es el espacio que ocupa un cuerpo y en este caso el volumen se observaría en el microscopio por el espacio que existe entre los átomos.

TIPOS DE MATERIA

La materia en función de su composición puede dividirse en diferentes categorías. Así podemos hablar de dos bloques principales: las sustancias y las mezclas.

Las sustancias están compuestas por átomos iguales por lo que no pueden separarse en otras sustancias por procedimientos químicos. Estas se dividen en elementos y compuestos.

• Los elementos son la materia compuesta de sustancias puras simples, formadas por el mismo tipo de átomos y el mismo número de protones y con las mismas propiedades químicas. Son sustancias puras simples el hierro, el sodio, la plata y todas aquellas sustancias que se encuentren dentro de la tabla periódica.
• Los compuestos están formados por dos o más elementos de la tabla periódica en la misma proporción y por lo tanto conforman una fórmula química que nos dice las sustancias y la proporción de estas en ese compuesto. Los compuestos, no pueden separarse mediante medios físicos, solamente se pueden separar las sustancias de un compuesto mediante métodos químicos. La fórmula de un compuesto nos dice el número de átomos de cada sustancia que lo compone, así, por ejemplo, el agua tendría como fórmula H2O lo que nos indica que tiene dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno.

Las mezclas conllevan la unión de dos o más sustancias cuyas proporciones son variables y cada sustancia conserva sus propiedades originales. Esto se produce porque la unión de las sustancias se realiza por medios físicos y no químicos. Las mezclas pueden ser homogéneas o heterogéneas.

• Las mezclas homogéneas implican que no se puedan identificar las sustancias que las componen con facilidad porque las propiedades de las sustancias son similares lo que implica que se mezclen de forma uniforme. Esto sucede con el agua salada del mar.
• Las mezclas heterogéneas impiden una mezcla uniforme porque las propiedades de las sustancias sean diferentes como en el caso del aceite y el agua que hace que el aceite suba a la superficie al tener una mayor densidad o si mezclamos agua y arena, esta última acabará en el fondo por las propiedades físicas de los elementos que la componen.

CARACTERÍSTICAS DE LA MATERIA

Si tenemos que definir la materia por sus características tenemos que hablar de propiedades y estados de la materia.

Dentro de las propiedades de la materia podemos distinguir dos tipos de propiedades: las propiedades generales y las propiedades específicas.

Las  propiedades generales de la materia son la masa y el volumen.

La masa es la cantidad de materia que tiene un cuerpo y se mide en kilogramos, gramos o unidades más grandes o pequeñas según su peso. Para medir su peso necesitamos como herramienta la báscula. Existen en los laboratorios diferentes tipos de balanza como la analítica para sustancias pequeñas, la balanza electrónica para pesar material sólido y que muestran una gran precisión para medidas exactas.

El volumen es el espacio que ocupa un cuerpo y se puede medir en litros, mililitros o unidades más grandes o pequeñas según el espacio que ocupe. Para medir el volumen en un laboratorio se utiliza un vaso de precipitado, una probeta, pipeta o vaso medidor.

Las propiedades específicas de la materia son la dureza, la fragilidad, la elasticidad y la densidad.

La dureza es una propiedad de la materia que se mide mediante la “escala de Mohs” y se define por la resistencia que tiene el material a ser rayado por otro. Según el grado de dureza el talco es el material de menor dureza y el diamante estaría en el grado de mayor dureza dentro de la escala de Mohs.

La fragilidad determina la facilidad de rotura de un cuerpo, así como la resistencia ante un impacto.

La elasticidad se refiere a la capacidad de la materia de sufrir transformaciones como la deformación volviendo a su forma original cuando ya no se ejerce la fuerza que lo transforma.

La densidad es una propiedad que pone en interrelación la cantidad de masa por unidad de volumen de un cuerpo, ofreciendo una mayor densidad los sólidos, seguidos por los líquidos y en menor grado los gases.

ESTADOS DE LA MATERIA

La materia puede presentarse en diferentes estados que dependen de las fuerzas de unión existentes entre las diferentes partículas que la componen. De esta manera, podemos distinguir entre estado sólido, líquido y gaseoso según las fuerzas internas existentes entre sus átomos, moléculas e iones. La materia ocupa espacio, pero no toda la materia que nos rodea ocupa el mismo espacio ni está presente de la misma manera.

El estado sólido es el estado de la materia en el que esta se presenta con un volumen invariable y forma fija, aunque en algunos casos la forma puede varias si se trata de sólidos moldeables como la arcilla.

El estado líquido se caracteriza por presentar un volumen invariable como los sólidos, pero pueden cambiar de forma. Este fenómeno es fácilmente observable ya que cuando vertemos agua en una jarra vemos como el líquido se adapta a la forma del recipiente y cambia si vertemos parte del líquido en un vaso, observando de nuevo como su forma se adapta al nuevo receptáculo.

El estado gaseoso presenta a la materia con volumen y forma variables. El gas se adapta al recipiente en el que se encuentra ajustándose a la forma de este, pero también adapta su volumen expandiéndose en el interior del mismo.