Los materiales cambian constantemente.
Los cambios de los materiales pueden ser de dos tipos:
Cambios físicos
Los materiales conservan sus propiedades después del cambio.
Por ejemplo, si hacemos una figurita con un bloque de arcilla, la arcilla sigue teniendo sus propiedades, tan solo cambia de forma.
Otro ejemplo son las mezclas. Podemos mezclar dos materiales sin que cambien sus propiedades. Si mezclamos agua y sal, obtenemos agua salada, pero el agua sigue siendo agua y la sal sigue siendo sal. También es posible separar esta mezcla dejando que el agua se evapore y recuperando la sal sólida.
Por último, hay materiales que cambian de estado: sólido, líquido o gaseoso.
¿Conoces algún ejemplo?
Cambios químicos
Los materiales sufren una serie de cambios y no conservan sus propiedades.
Son los cambios que sufren los materiales cuando se les somete a ciertas fuerzas o factores y, al dejar de someterlos a ellos, no vuelven a recuperar su estado natural.
Por ejemplo, si calentamos mucho un material como el papel, éste se quema y se convierte en cenizas. Al enfriarse, su forma sigue siendo de cenizas, es decir, no vuelve a su estado natural.
Al someter un metal a la humedad éste se oxida.
¿Conoces otros ejemplos?