Según la RAE el tabaco es un “producto elaborado con las hojas curadas del tabaco y que suele fumarse”. Además a estas hojas se le añaden una serie de sustancias, como alquitrán y nicotina; esta última genera adicción y actúa sobre el sistema nervioso, produciendo dependencia. El tabaco es una droga estimulante del sistema nervioso central.
Del mismo modo, algunas bebidas contienen alcohol que cuando se produce un consumo excesivo de las mismas producen alcoholismo generando adicción. El alcohol es una droga depresora del sistema nervioso central. Contiene etanol o alcohol etílico y afecta la capacidad de autocontrol, produciendo desinhibición y euforia.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) una droga es una “sustancia que, una vez introducida en el organismo de un ser vivo, puede modificar una o varias de sus funciones”. Además pueden crear adicción o dependencia. Por lo tanto, el tabaco y el alcohol se consideran drogas legales (es decir, la ley no prohíbe su consumo entre las personas adultas); mientras que también existen otras drogas que afectan a las funciones de los seres vivos pero se consideran ilegales y está prohibido su consumo, como por ejemplo, las anfetaminas, la cocaína, la heroína o el cannabis. Asimismo, las drogas pueden ser estimulantes o depresoras del sistema nervioso central.
El consumo excesivo de este tipo de sustancias, ya sean legales (como el tabaco o el alcohol) o ilegales (como las anfetaminas) son muy perjudiciales para la salud del ser humano y pueden tener consecuencias y efectos negativos en el organismo. Veamos algunos de ellos:
Efectos del alcohol
- Síndrome de abstinencia.
- Dependencia.
- Distintas enfermedades cardiovasculares y de páncreas.
- Hipertensión arterial.
- Afectación de órganos, especialmente, el hígado o los riñones
- Afectación del cerebro y algunas de sus funciones (memoria, coordinación…).
- Ralentización de las funciones motoras.
- Mayor posibilidad de sufrir accidentes. Son conocidas las campañas para no conducir bajo los efectos del alcohol.
- Disminución de la capacidad de concentración.
Efectos del tabaco
- Síndrome de abstinencia.
- Dependencia.
- Desarrollo de enfermedades del aparato respiratorio (como, por ejemplo, bronquitis crónica, empeoramiento del asma…).
- Enfisema pulmonar.
- Cáncer, entre otros, de pulmón, de faringe o de laringe.
- Infecciones en el tubo digestivo (desde la boca con caídas de dientes hasta úlceras en el estómago).
Efectos de las drogas no legales
- Síndrome de abstinencia.
- Adicción o dependencia.
- Aumento del riesgo de sufrir trastornos psíquicos (comportamientos agresivos, alucinaciones…).
- Alteración del humor.
- Depresión, psicosis, esquizofrenia.
- Problemas cardiovasculares, neurológicos y respiratorios.
- Insomnio.
- Conductas antisociales.
El consumo de estas sustancias puede tener también consecuencias para aquellas personas que no las consumen, por ejemplo, en el caso del tabaco, ya que quienes no lo consumen directamente pero sí que respiran humo de los cigarrillos se consideran fumadores pasivos. En este sentido, pueden llegar a desarrollar algunas de las consecuencias anteriormente mencionadas para los fumadores de tabaco (por ejemplo, enfermedades del corazón o del pulmón), especialmente en el caso de mujeres embarazadas o niños y niñas. Por ejemplo, durante el embarazo existe un mayor riesgo de aborto espontáneo o parto prematuro. Mientras que en el caso de los niños y niñas aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias o asma. En este mismo sentido, el consumo de drogas legales e ilegales pueden tener efectos perjudiciales para el desarrollo del feto en personas que están embarazadas, así como para el proceso de desarrollo y de crecimiento de los niños y niñas.