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La tragedia

Hacer una tragedia

Margaritas con sangre
Pixabay / Goran Horvat. Margaritas ensangrentadas (Pixabay License)

Actualmente la palabra tragedia hace que pensemos en sucesos desafortunados que pasan en el mundo, como un accidente aéreo, un ataque terrorista o un tsunami. Esta consideración que tenemos cuando decimos que algo es una tragedia tiene que ver con la temática que se desarrolla en el subgénero teatral: en ambos hay un hecho grave y doloroso relacionado con una desgracia que muchas veces implica la muerte de alguien.

De forma muy distinta, también se utiliza la expresión hacer una tragedia para señalar que alguien le está poniendo mucho dramatismo a algo que no lo tiene. Por ejemplo, si alguien dice "con tantos exámenes yo me muero", está haciendo una tragedia (Spoiler: todos sobrevivimos a los exámenes).

Finalidad

La tragedia es el género tradicional del teatro. Se opone a la comedia porque tiene un final trágico en el que todo acaba mal. De hecho, se dice que en las tragedias hay un acontecimiento que provoca el desorden y desencadena una serie de sucesos hacia el destino fatal. El objetivo era conmover al espectador, inquietarlo y provocarle compasión hacia lo que le estaba pasando al protagonista. El mero hecho de contemplar estas peripecias dolorosas ejercía una catarsis en el espectador, es decir, las emociones que suscita la tragedia hacen que el público empatice con el personaje y su sufrimiento de tal forma que le provoca una liberación o transformación interior. Es fácil de entender: pasa lo mismo cuando a nuestros mejores amigos o familiares les sucede algo desgraciado: no solo sentimos su dolor como algo propio sino que también somos capaces de aprender de ese dolor. Para conseguir el objetivo de conmover al público, se usaba un lenguaje culto y un tono serio y poético con tal de resaltar el sufrimiento del protagonista. 

Personajes

En la Antigua Grecia, las obras de Sófocles, Esquilo o Eurípides se representaban en los templos o en espacios circulares al aire libre. En estas obras, los personajes, acompañados por el coro que anticipa lo que va a pasar, comenta lo que está pasando o dialoga con el protagonista, eran personajes distinguidos como dioses, reyes o nobles. Con el paso del tiempo, los personajes que se representan son nobles de espíritu: personajes que son capaces de sacrificarse por aquello en lo que creen. El héroe trágico tiene un conflicto grave y se mueve por una pasión que, unida a un destino inevitable, hace que se dirija a un final funesto en el que pierde todo lo que tenía. Es lo que sucede en obras como Edipo rey, de Sófocle,s o Macbeth o Hamlet, de Shakespeare.  

Calavera sobre cojín rojo.
CC Search / Diego Pérez. To be or not to be. Hamlet (CC BY-NC-ND)

Temas

Los temas tratados en la tragedia también varían con el tiempo. En un primer momento, se tratan temas históricos o mitológicos pero, después, parten de la psicología del personaje y se profundiza en la pasión que termina destruyéndolo. Dependiendo de la obra, con la tragedia se invita a reflexionar sobre temas como la libertad, la justicia, la propia identidad, el amor imposible, la traición, la culpa o la muerte. 

Uno de los autores españoles que más destaca en siglo XX es Federico García Lorca que, con sus tres grandes tragedias, recupera el tono poético de las tragedias clásicas así como la pasión incontrolada de sus protagonistas. También recupera la figura del coro con personajes grupales como los leñadores de Bodas de sangre o las vecinas de Yerma. En La casa de Bernarda Alba, sin embargo, el personaje que anticipa la tragedia es la M.ª Josefa, la madre de Bernarda. 

¡Ay, qué sinrazón!

La literatura siempre ha sido una fuente de inspiración para el cine. En 2015, la directora Paula Ortiz llevó a la gran pantalla una adaptación del texto de Bodas de sangre con el título de La novia. Vamos a ver el tráiler para hacernos una idea del asunto que puede tratar la obra.

A continuación trabajaremos por parejas. Leeremos el siguiente fragmento de Bodas de sangre, de Lorca. En primer lugar, vamos a "traducirlo" al lenguaje actual para entender bien qué dicen los personajes. Después, haremos una lectura dramatizada y el profesor decidirá qué parejas leen la versión de Lorca y cuáles leen la versión actual. 

NOVIA:
¡Ay qué sinrazón! No quiero
contigo cama ni cena,
y no hay minuto del día
que estar contigo no quiera,
porque me arrastras y voy,
y me dices que me vuelva
y te sigo por el aire
como una brizna de hierba.
He dejado a un hombre duro

Chico agarra a una chica por detrás y le tapa la boca. La chica lleva un vestido rojo.
CC Search / Paz Molina. Bodas de sangre (CC BY-NC-ND)

y a toda su descendencia
en la mitad de la boda
y con la corona puesta.
Para ti será el castigo
y no quiero que lo sea.
¡Déjame sola! ¡Huye tú!

No hay nadie que te defienda. [...]

LEONARDO:
Se abrasa lumbre con lumbre.
La misma llama pequeña
mata dos espigas juntas.
¡Vamos!

(La arrastra.)

NOVIA:
¿Adónde me llevas?

LEONARDO:
A donde no puedan ir
estos hombres que nos cercan.
¡Donde yo pueda mirarte! [...] 

NOVIA:
¿Oyes?

LEONARDO:
Viene gente.

NOVIA:
¡Huye!
Es justo que yo aquí muera
con los pies dentro del agua,

espinas en la cabeza.

Y que me lloren las hojas.
mujer perdida y doncella.

LEONARDO:
Cállate. Ya suben.

NOVIA:
¡Vete!

LEONARDO:
Silencio. Que no nos sientan.
Tú delante. ¡Vamos, digo!

(Vacila la novia)

NOVIA:
¡Los dos juntos!

LEONARDO: (Abrazándola)
¡Como quieras!
Si nos separan, será
porque esté muerto.

NOVIA:
Y yo muerta.

Federico García Lorca. Bodas de sangreFuente: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.