Según la asociación sin ánimo de lucro Profesionales para la Defensa Animal (PRODA) la educación que tiene en cuenta el respeto por los animales contribuye a prevenir la violencia en las aulas. A través de la empatía hacia los animales podemos inculcar en los niños y niñas estos comportamientos prosociales que llevan a una convivencia pacífica y empática hacia otros seres vivos porque enseñar a tratar a todos los seres vivos con respeto y dignidad, es el primer paso para la inhibición del desarrollo de las tendencias violentas y la disminución de conductas agresivas existentes (Mesas de Bienestar Animal en Madrid).

Referencias legales

Las modificaciones de la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.

Entre los fines de la educación se encuentra la adquisición de valores que propicien el respeto hacia los seres vivos y el medio ambiente (art. 2.1 e).

Entre los objetivos de la Educación Primaria, se incorpora la empatía entre los valores y normas de convivencia (art. 17 a) y, específicamente, cuando se habla de: “Conocer y valorar los animales más próximos al ser humano y adoptar modos de comportamiento que favorezcan la empatía y su cuidado” (art. 17 l).

Entre los objetivos de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) se incluye: “el cuidado, la empatía y el respeto hacia los seres vivos, especialmente los animales” (art. 23 k).

La Ley de Protección Jurídica del Menor, en Deberes del ámbito social, señala "respetar y conocer el medio ambiente y los animales, y colaborar en su conservación dentro de un desarrollo sostenible" (art. 9).

En España se tipifica desde el año 2004 el maltrato a animales domésticos como delito (artículo 337 del Código Penal), avanzando la ley con sucesivas reformas en este sentido. La última reforma del Código Penal (2015) incorporó el delito de abandono de animales, además de la explotación sexual de animales.

Referencias psicopedagógicas

Dos conceptos son fundamentales para comprender la correlación entre el respeto hacia los seres vivos y la evolución moral: la biofilia y la empatía.

La biofilia es el interés espontáneo que existe en los seres humanos por la naturaleza y los demás seres vivos. En el caso de los niños y niñas, la biofilia es una tendencia natural muy desarrollada: en principio, a todos los niños y niñas les gustan los animales. Dicho término fue acuñado por el psicoanalista y psicólogo social Erich Fromm en 1973 y desarrollado por el sociobiólogo y ganador del premio Pulitzer Edward Osborne Wilson en su libro "Biofilia" (1984). Según PRODA "potenciando la biofilia favoreceremos el aprendizaje de la empatía y por lo tanto las conductas prosociales, solidarias y pacíficas, positivas para los humanos, los animales, las plantas, los entornos de convivencia y en definitiva para este maravilloso lugar que habitamos llamado Tierra" (Dossier de modificación de contenidos del currículo escolar de PRODA)

La empatía hace  referencia a la capacidad emocional y cognitiva de un individuo para comprender la situación de otra persona y ponerse en su lugar emocional.  Solo cuando se es capaz de sentir el dolor o el sufrimiento de los demás, se  puede actuar para ayudar. Las personas también pueden sentir empatía por los animales, formando parte de un mismo proceso de comprender cognitiva y emocionalmente el mundo que nos rodea.

Incorporar los conceptos de biofilia y empatía en la educación abre un amplio campo de trabajo a los docentes para fomentar la sensibilidad y el respeto por los animales, en el entorno natural que nos rodea, reconociendo los derechos de los animales como seres sintientes. También, numerosas iniciativas y estudios relacionan la violencia hacia los animales como un indicador de reproducción de conductas violentas entre las personas, como el acoso escolar o la violencia de género. Por ejemplo, el Informe Viopet determina que un 94% de los animales de las víctimas de género han sufrido agresiones físicas o mentales (Ministerio  de Derechos Sociales y Agenda 2030).

En definitiva, una educación en empatía hacia los animales puede actuar como estrategia en la prevención de conductas violentas ya que el hecho de que un niño presencie crueldad hacia un animal resulta ser el mayor predictor de futura violencia, ya que el testigo tiene ocho veces más posibilidades de convertirse a su vez en maltratador (Is  Animal Cruelty a “Red Flag” for Family Violence?: Investigating Co-Occurring Violence Toward Children, Partners, and Pets, DeGue & DiLillo, 2009).