¡Din don!
Hoy es el día de volver a contar el cuento pero, esta vez con las modificaciones que hemos hecho. Recordamos que habíamos decidido que cada animal llevaría al cumpleaños algo para comer, además de la tarta que hemos hecho de forma cooperativa. Esta vez, vamos a prestar mucha atención a las todas las onomatopeyas posibles del cuento.
¿Qué necesitamos?
Necesitamos una grabadora para grabar los sonidos onomatopéyicos. Una vez que los tengamos grabados, pondremos la grabadora en marcha y comenzaremos a contar el cuento, según vayan sonando las onomatopeyas.
¿Necesitas ayuda?
Un ejemplo de cómo hacerlo sería:
Lectura facilitada
Un día estaba ciervo en su casita, y de repente se puso a mirar por la ventana.
Ñiiiiiiiiii, abrió la ventana.
Se aproximaban unos pasos corriendo. ¡Tuc, tuc, tuc, tuc!
Alguien llamó a la puerta. Pom, pom, pom.
- ¡Es el conejito!, dijo ciervo.
- ¡Ciervo, ciervo ábreme! Ñiiiiiiiii, abrió la puerta.
- ¡Pasa, pasa!, chsss, no hagas ruido, que viene el lobo.
Los dos, se pusieron a mirar por la ventana.
De repente, oyeron unos pasos mucho más rápidos que los anteriores. Chiki, chiki, chiki.
Se pusieron a escuchar bien y oyeron:
- ¡Oinc, oinc, oinc, oinc! ¡Abrid que viene el lobo!
- Toc, toc, toc. Llamaba el cerdito a la puerta.
Ñiiiiiii, sonó la puerta al abrirse.
- Pasa, pasa cerdito.
Ciervo, conejo y cerdito, se asomaron por la ventana. De repente ciervo dijo:
- ¡Chsss! No hagáis ruido que nos va a pillar el lobo.
De repente, oyeron otros pasos gigantes, que se acercaban muy deprisa. Pum, pum, pum.
Entonces llamaron a la puerta muy fuerte.
- Toc, toc, toc. ¡Abridme!
Ñiiiiiii, se abrió la puerta.
- ¡Ya viene, ya viene! Gritaba el osito. ¡Ya está aquí!
- ¡Chsss! Que nos va a pillar.
De repente, cuando estaban mirando por la ventana, llegó el lobo, muy silencioso y sin hacer ruido les dijo:
- ¡Buu! Ya estoy aquí.
Entonces los y las demás se dieron la vuelta y gritaron:
- ¡Felicidades lobo! ¡Feliz cumpleaños lobo!