Actividad 2: Un diálogo después de la tormenta (de ideas)

Antes de organizar la edición de nuestra revista de estética y llenarla de contenidos, podemos proponer una tormenta de ideas y un diálogo en grupos. Para ello, y después de disponer a la clase en equipos de tres o de dos alumnos y alumnas (según el grupo-clase sea más o menos numeroso), comenzamos por proyectar este vídeo. En él se plantean preguntas como las que siguen, que el profesor o profesora proyectará en la pizarra una vez acabemos de proyectar el vídeo:

• ¿Supone la «cultura del selfi» un cambio generacional inocuo? ¿Qué ventajas y desventajas tiene?
• ¿Hacemos un uso responsable de nuestra imagen en las redes sociales? ¿Es posible que nos expongamos demasiado?
• ¿Contribuyen las redes sociales a imponer un modelo estético irreal?
• ¿Mostramos quiénes somos «realmente» o una proyección mítica de quiénes somos?
• ¿Qué efectos psicológicos nos causa el emplear filtros?
• ¿Está superada la «gordofobia»?
• ¿Es habitual que los adolescentes rechacen su aspecto o estén acomplejados? ¿Por qué?
• ¿Tiene sentido decir que todo el mundo es bello? ¿Qué es la belleza?
• ¿Cómo ha variado la noción de belleza a lo largo de la historia y en las diferentes culturas? ¿Es la belleza algo objetivo, o más bien una convención?
• ¿El canon estético hegemónico es más estricto para las mujeres que para los varones?
• ¿Cuánto dice de ti tu atuendo?
• ¿Te sentirías disfrazado/a si durante un día llevas ropa de un estilo totalmente diferente al habitual? ¿Cómo de importante es tu estética en tu identidad?
• ¿Tu gusto estético coincide con el de la mayoría de tus compañeros y compañeras?
• ¿Qué teorías y problemas filosóficos conoces en relación con la estética?
• ¿Qué relaciones podríamos establecer entre ética y estética? ¿Y entre estética y política?
• ¿Qué usos se hacen de la imagen a través de la publicidad?

Tras exponer al alumnado a todas estas preguntas (y tantas otras como quiera añadir el profesor o profesora), cada grupo, por turno, se decantará por dos de ellas, de manera que se trabaje con el mayor número posible sin repeticiones. Tras quince minutos de diálogo entre los miembros de cada grupo, un representante de cada uno expondrá, por turnos, al resto de la clase, los dos problemas seleccionados sobre los que han estado dialogando, y la conclusión provisional a la que han logrado llegar.

Tras este intercambio de ideas, y en los últimos minutos de la sesión, los alumnos y alumnas anotarán individualmente en sus cuadernos de clase los problemas e ideas que más les hayan interesado y sobre los que deseen trabajar. Serán esos problemas e ideas los que orienten los contenidos de la revista.