Esta última sesión tiene como objetivo evaluar si los estudiantes han interiorizado algunos de los problemas que la cohesión textual acarrea, y si son capaces de detectarlos y corregirlos. Para ello se les propone, de manera análoga a lo realizado en la primera sesión, un texto para la corrección de estilo. En esta ocasión la actividad se realizará de manera individual, sea en papel, sea en formato electrónico. Este documento permitirá al docente la evaluación —y calificación— personalizada de su alumnado.
Cada estudiante hará una primera lectura del texto del tirón, aunque quizá sea inevitable que algunos aspectos de la redacción llamen ya su atención. En sucesivas relecturas habrá de tomar nota de aquellos aspectos mejorables del texto, explicar con el metalenguaje adecuado la naturaleza del problema, y proponer una redacción alternativa. Lo ideal sería hacerlo como se hace habitualmente en la corrección de textos, esto es, con una herramienta como la que ofrece el control de cambios para los documentos compartidos en la red. De no ser posible, puede hacerse en papel marcando los errores en el propio texto, ofreciendo una alternativa en el margen derecho y anotando al pie del documento la justificación de cada cambio propuesto.
Al tratarse de errores vinculados a los mecanismos de referencia interna y, por tanto, no exclusivamente normativos, las propuestas de mejora no serán siempre coincidentes. De ahí que lo interesante sea la posterior discusión en parejas sobre las decisiones tomadas individualmente y finalizar la secuencia con la puesta en común, guiada por el docente, en el gran grupo.