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Actividad 1: ¿Emoción o sentimiento?

 

Sesión 1. ¿Qué son las emociones y los sentimientos?

Caras pintadas representando distintas emociones
Flickr/roboM8. Mixed emotions (Licencia Flickr)


El docente o la docente comenzará la SA planteando al alumnado la idea de crear, entre todos, un «sentiemocionario» ilustrado.

A continuación, les explicará en qué consiste el producto que van a diseñar y las partes en las que se estructurarán las páginas dedicadas a cada sentimiento o emoción:

  • Nombre del sentimiento o emoción.
  • Descripción del sentimiento o emoción.
  • Dibujo del sentimiento o emoción.
  • Narración o cómic donde se presente una situación problemática en la que se plasme el sentimiento o emoción.
  • Preguntas para pensar a partir de la situación problemática.

Tras esta presentación del trabajo por realizar, el o la docente lanzará la siguiente pregunta al grupo de aula: ¿qué son las emociones y los sentimientos?

Los alumnos y alumnas intentarán resolver esta cuestión entre todos y todas, y a través de la investigación dialógica comunitaria. Este diálogo inicial valdrá para detectar sus conocimientos previos y el grado de sensibilización que tienen con la temática.

Así, la clase, sentada en círculo, convertida en comunidad de indagación, y siguiendo la metodología dialógica propia de la Filosofía para Niños y Niñas (FpN), esto es, manteniendo un diálogo argumentado facilitado por la profesora o el profesor (quien lo dinamizará con cuestiones que ayuden a mantener la dirección de la pregunta original y a movilizar las habilidades de pensamiento), tratará de dar respuesta al reto inicial: ¿qué son las emociones y los sentimientos? 

Sesión 2. Conociendo nuestras emociones y sentimientos

Tras el diálogo sobre lo que son las emociones y los sentimientos, se realizará una actividad que permita al alumnado comenzar a reconocer algunas emociones y sentimientos que luego pasarán a formar parte del «sentiemocionario».

Esta actividad, que podría tener el nombre de «Conociendo nuestras emociones y sentimientos», pondría el foco en identificar las emociones y sentimientos, distinguir unos de otros y aprender a gestionarlos, y podría tener la forma de un concurso o reto similar al siguiente:

El objetivo del concurso es adivinar el mayor número posible de sentimientos y emociones de entre los que aparecerán en varias situaciones elegidas, creadas y escenificadas o dibujadas por el propio alumnado (el alumnado podrá optar por hacer dibujos de las situaciones que invente o por hacer representaciones teatralizadas de estas, permitiendo de esta manera que el aprendizaje se adapte a sus intereses y manera de aprender y que pueda desarrollarse con distintos grados de dificultad). Estas situaciones iniciales serán el modelo y el punto de partida para aquellas otras, más conectadas con las experiencias del alumnado y con los retos del siglo XXI, que habrán de componer el «sentiemocionario» ilustrado. 

Para realizar la actividad, a cada equipo se le entregarán varias tarjetas de sentimientos y emociones al azar (tantas como situaciones deban crear) de manera que piensen y preparen una situación para cada una de estas tarjetas.  

Cada equipo recibirá también un número idéntico de tarjetas de personajes y objetos que tendrán que aparecer en las situaciones que diseñen. Los alumnos y las alumnas podrán añadir, si lo desean, más personajes y objetos, pero los que aparecen en las tarjetas deberán aparecer al menos una vez en alguna de las situaciones que preparen. Una idea para las tarjetas de sentimientos y emociones, de personajes y de objetos pueden encontrarse en el ANEXO I.

La actividad también se podría realizar creando entre todos y todas el listado de los sentimientos y emociones que se quieren plasmar en los dibujos o representaciones teatralizadas. De este modo, permitiríamos que el propio alumnado reflejara de forma más directa sus propias inquietudes, emociones y sentimientos (soledad, angustia, ansiedad…) y se adaptara el aprendizaje al contexto vivencial del propio alumnado. En este caso, es frecuente que los y las estudiantes aporten ejemplos que no sean exactamente sentimientos o emociones (como la justicia, la solidaridad…) y ante los cuales tendríamos que ayudarles a pensar para que cayesen en la cuenta de que son otra cosa, como, por ejemplo, valores.

Si deseamos hacerlo de una manera más lúdica y con un menor nivel de complejidad, pero mayor capacidad de motivación, podríamos recurrir a los Story Cubes. Estos dados, con imágenes de objetos y personas en sus caras, podrían hacer las veces de tarjetas de personas y objetos. En este caso, cada equipo tiraría seis dados y tendría que crear sus dibujos o situaciones con la emoción o sentimiento que les haya tocado al azar y con las imágenes que hayan salido en los dados.  

Tras cada representación de las situaciones problemáticas o tras cada visualización (proyectada para que la vean todos) de los dibujos de situaciones, y una vez que los y las estudiantes hayan reconocido el o los sentimientos o emociones que se pretendían expresar en ellas, se irán situando, en un mural colectivo, por un lado las emociones y por otro los sentimientos.

Sesión 3. Analizando las emociones y sentimientos

Una vez que los y las estudiantes hayan reconocido los sentimientos o emociones que se pretendían expresar en las situaciones creadas, y los hayan situado en un mural colectivo, se planteará un breve diálogo para analizar (utilizando, preferentemente, la metodología de FpN) las distintas situaciones, emociones y sentimientos, huyendo de las simples opiniones, y avanzando hacia un intercambio más profundo, argumentado y razonado de ideas. 

Este diálogo podría estar guiado por las siguientes preguntas (así como por cualquier otra cuestión que la comunidad de indagación proponga y que haya sido provocada por la situación planteada): 

Guía de preguntas para reflexionar:

Signos de interrogación en una pizarra
Freepik/Dashu83. Preguntas (Licencia Freepik)
  • ¿Podemos identificar si es una emoción o un sentimiento?              
  • Si es así... ¿podemos decir el nombre? 
  • ¿El sentimiento o emoción que se ha visto en la situación es positivo o negativo? 
  • ¿Este sentimiento/emoción es siempre positivo/negativo? 
  • ¿Cuándo es positivo?  
  • ¿Cuándo es negativo? 
  • ¿Cómo evitar que sea negativo? 
  • ¿Por qué tenemos esos sentimientos o emociones? 
  • ¿Qué ideas, valores, pensamientos, interpretaciones de lo que ocurre, etc., provocan esas emociones o sentimientos? 
  • ¿Cómo actuarías tú en una situación así? 
  • ¿Qué sentirías tú en una situación así? 
  • ¿Cómo crees que se debería actuar en una situación así? 
  • ¿Qué sentimientos o emociones crees que deberíamos tener (si es que debemos tener alguno) en una situación así? 

A la hora de trabajar con cada una de las situaciones, emociones y sentimientos propuestos, conviene recordar que estos (por ejemplo, los que se proponen en las las tarjetas diseñadas en el ANEXO I) están pensados para trabajar, además de con el reconocimiento y gestión de las emociones, con saberes básicos de la materia como los referidos a la autoestima, el respeto mutuo en las relaciones con otras personas, la educación afectivo-sexual, la prevención de la explotación y la violencia contra niñas y mujeres, el interculturalismo, la inclusión social, el respeto por la diversidad y las identidades etnocultural y de género, y los derechos LGTBIQ+, facilitando así el aprendizaje en torno a los retos del s. XXI, especialmente al referido al logro del compromiso ante situaciones de inequidad y exclusión

Al finalizar la tarea, la comunidad completará el mural de emociones y sentimientos creado con nuevas emociones y sentimientos que no estuviesen ya incluidos y que hayan podido surgir en el curso del diálogo.  

Sesión 4. Empezamos a crear nuestro sentiemocionario

En esta última sesión de la actividad se comenzará a trabajar el «sentiemocionario» ilustrado, a partir de las emociones y sentimientos del mural. Para ello, de manera individual, cada alumno o alumna irá eligiendo por turnos una de las emociones y sentimientos del mural. Una vez elegido, deberá preparar una breve descripción (tras buscar información en Internet), hacer un boceto de un dibujo que ilustre esa emoción o sentimiento, y pensar en una posible situación problemática en la que esté presente ese sentimiento o emoción. Estos tres elementos (descripción, dibujo y situación problemática que refleje y plasme el sentimiento o emoción) pasarán a formar parte del «sentiemocionario». 

Con respecto a las situaciones que deben crear, los alumnos y las alumnas podrán versionar o tomar como modelo las ideas que salieron en las sesiones anteriores o pensar en una nueva situación, permitiendo así que cada alumno y alumna pueda elegir el nivel de dificultad de su trabajo. Estas situaciones podrán realizarse también en formato cómic, formato novelístico o cualquier otro que promueva la creatividad del alumnado, facilitando así que el aprendizaje esté adaptado a sus intereses y capacidades. En cualquier caso, en esta fase inicial solo se les pedirá un borrador de la idea. 

La sesión finalizaría con una evaluación comunitaria de la actividad. Para ello podríamos recurrir a la evaluación figuroanalógica y pedir al alumnado que, por ejemplo, de entre las imágenes de emoticonos que el o la docente ofrecerá (imágenes que expresen estados de ánimo diferentes, algunas muy claras y otras más ambiguas), elija alguna que recoja lo sentido y aprendido durante la sesión y que expliquen el motivo por el que han optado por ese emoticono (ANEXO II).  

Tras la actividad, los alumnos y las alumnas recogerían en su diario de sesiones o cuaderno de metacognición las principales ideas, preguntas, conceptos, etc., que han aprendido, así como un resumen de lo trabajado.  

Recursos, productos y evaluación de los aprendizajes

Recursos

  • Tarjetas de sentimientos, emociones, personas y objetos para repartir al azar y diseñar situaciones en las que se reflejen esos sentimientos o emociones (ANEXO I).
  • Papel continuo para crear mural de sentimientos y emociones.
  • Tarjetas de emoticonos para realizar la evaluación figuroanalógica de la sesión (ANEXO II).
  • Diario de sesiones o cuaderno de metacognición de los alumnos y las alumnas.
  • Ordenadores de trabajo para el alumnado. Proyector o pizarra digital.

Enlace a los anexos de la actividad 1

Productos evaluables

  • Participación en el concurso de reconocimiento de emociones y sentimientos.
  • Participación en la sesión de diálogo.
  • Esbozo de descripción y creación de situación para el «sentiemocionario».
  • Cuaderno de sesiones o diario de metacognición.

Instrumentos y técnicas de evaluación

  • Evaluación figuroanalógica de la actividad. La sesión finalizaría con una evaluación comunitaria de la actividad. Para ello podríamos recurrir a la evaluación figuroanalógica y pedirles que, por ejemplo, de entre las imágenes de emoticonos que el o la docente ofrecerá (imágenes que expresen estados de ánimo diferentes, algunas muy claras y otras más ambiguas) y que se situarán en medio de un círculo alrededor del cual estarán sentados los alumnos y las alumnas, elijan alguna que recoja lo sentido y aprendido durante la sesión y que expliquen el motivo por el que han optado por ese emoticono. (ANEXO II).
  • Rúbrica del profesor o la profesora para la evaluación de las sesiones de diálogo y para la corrección del cuaderno de sesiones (ANEXO III).
  • Observación de la participación del alumnado en el concurso de reconocimiento de emociones y sentimientos.
  • Observación para constatar que se ha empezado a trabajar en el «sentiemocionario». 

    Al evaluar esta actividad se ha de comprobar la consecución de los criterios de evaluación ya mencionados. La rúbrica propuesta permite que el profesor o la profesora pueda medir el nivel de consecución de los criterios 1.2, 1.3, 2.4, 2.5 y 4.1, tanto en las sesiones de FpN como en los diarios de sesiones. 

    En cuanto a la observación de la participación, debemos tener en cuenta que no todos los alumnos y las alumnas son iguales: habrá quien acuse más timidez o introversión, quienes necesiten su tiempo para compartir sus ideas o a quienes no les guste hablar en público. Esto no significa que no estén escuchando al resto de compañeros y compañeras, relacionando y pensando en lo que se dice, y generando sus propias ideas. Por ello, el o la docente deberá tener en cuenta no solo lo que digan y expresen, sino también, y en algunos casos únicamente, lo que reflejen en sus diarios de sesiones o cuadernos de metacognición.

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