El presente material didáctico está enfocado al desarrollo de las competencias específicas de la materia de Música, concretamente las siguientes:
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Explorar las posibilidades expresivas de diferentes técnicas musicales y dancísticas, a través de actividades de improvisación, para incorporarlas al repertorio personal de recursos y desarrollar el criterio de selección de las técnicas más adecuadas a la intención expresiva.
- Interpretar piezas musicales y dancísticas, gestionando adecuadamente las emociones y empleando diversas estrategias y técnicas vocales, corporales o instrumentales, para ampliar las posibilidades de expresión personal.
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Crear propuestas artístico-musicales, empleando la voz, el cuerpo, instrumentos musicales y herramientas tecnológicas, para potenciar la creatividad e identificar oportunidades de desarrollo personal, social, académico y profesional.
Se trata de una situación de aprendizaje en la que, a partir de la selección de diferentes criterios de evaluación asociados a dichas competencias, se organizan procesos en los que el alumnado aplicará los aprendizajes a la elaboración de diferentes productos evaluables, en un marco metodológico y pedagógico competencial centrado en el aprendizaje basado en el pensamiento —haciendo uso de distintas rutinas de pensamiento dentro de cada proceso, que posibilitan la reflexión—, el aprendizaje basado en proyectos —a través de la performance— y el aprendizaje cooperativo —utilizando técnicas cooperativas en cada uno de los procesos de la situación de aprendizaje—. A través de la metodología del visual thinking, la más aplicada en el segundo proceso, se potenciará la creatividad de los estudiantes y la capacidad de abstracción y síntesis para abordar procesos cognitivos dentro de las actividades por desarrollar. Para su aplicación en el aula, se incluye tanto el material del alumnado como los instrumentos de evaluación para el profesorado.
Bajo el título «MusicLab Company: Todos contra el cambio climático», esta situación de aprendizaje está planteada para su desarrollo en el cuarto curso de la etapa de Educación Secundaria Obligatoria, con la finalidad de que el alumnado se encuentre en escenarios de aprendizaje en los que pueda diseñar un laboratorio artístico experimental, y con el objetivo de generar diferentes proyectos creativos de forma colaborativa. Para ello, se parte de la generación de una especie de hub (conector) que permita articular diferentes proyectos multidisciplinares desde el aula de música.
Se recomienda implementar esta situación de aprendizaje durante el tercer trimestre del curso académico, por ser un momento en el que el alumnado ya ha adquirido las competencias necesarias para poder llevar a cabo el laboratorio —trabajando los distintos procesos creativos y utilizando diversas herramientas digitales—, y porque los alumnos y las alumnas ya han desarrollado competencias dentro del ámbito de la creatividad que posibilitarán su trabajo con procedimientos creativos colectivos circunscritos a laboratorios.
Además, a través de su implementación, se realizarán conexiones interdisciplinares con las materias de Educación Plástica, Visual y Audiovisual; Educación Física; Tecnología y Digitalización; Biología y Geología, y Lengua Castellana y Literatura. La situación de aprendizaje permite la conexión con la materia de Educación Plástica, Visual y Audiovisual a través del tratamiento audiovisual del material utilizado, favoreciendo el empleo y la adquisición de estrategias que posibiliten el desarrollo de competencias digitales relacionadas, asimismo, con la materia de Tecnología y Digitalización. Este enfoque multidisdiplinar permite establecer también vínculos con la materia de Lengua Castellana y Literatura a través de las producciones creativas, que deben contener al menos tres tipos de lenguajes en diálogo: sonoro, visual, cinestético y literario. Por último, la conexión con la materia de Biología y Geología se realiza a través de la generación de proyectos artísticos basados en cuatro detonantes guía: agua, tierra, aire y metal.
En el diseño de esta situación de aprendizaje subyacen algunos de los desafíos a los que tendrán que enfrentarse los alumnos y las alumnas como ciudadanos y ciudadanas del siglo XXI, y que forman parte de los principios y de los objetivos de la actual LOMLOE para la etapa de Educación Secundaria Obligatoria. Especialmente, aquellos que tienen que ver con la valoración de la diversidad personal y cultural, así como la aceptación y el manejo de la incertidumbre, de modo que el alumnado consiga, a través de procesos creativos colectivos, construir un concepto positivo de la diversidad, y tome conciencia de la importancia de sus beneficios para su propio desarrollo personal y social. Así mismo, se favorece el respeto al medio ambiente y la comprensión de las causas que provocan su degradación, al tiempo que las alumnas y alumnos identifican las actuaciones que pueden contribuir a su solución.
Por último, se promueve el aprovechamiento crítico, ético y responsable de la cultura digital, con el propósito de desarrollar en el alumnado el espíritu crítico y reflexivo dentro de una sociedad mediática, y contribuir a la formación de ciudadanos y ciudadanas capaces de extraer el máximo beneficio de esta característica esencial de la sociedad actual, que requiere ser entendida como una nueva alfabetización que da forma a la mente a través del análisis crítico y el uso responsable de todas sus potencialidades.