Esta situación de aprendizaje pretende metodológicamente potenciar el aprendizaje cooperativo y basado en el pensamiento. Ambos planteamientos pedagógicos sitúan al alumnado en el centro del proceso de aprendizaje.

La importancia y la necesidad de fomentar el trabajo en equipo, estimulando valores como la escucha activa, la colaboración, la empatía, el respeto por las opiniones de los y las demás, además de mejorar la comprensión y aumentar la motivación, hacen imprescindible que en algunas de estas sesiones se sugieran agrupaciones. 

Todos los conocimientos adquiridos durante el desarrollo de esta situación de aprendizaje se reúnen y agrupan en un proyecto compartido, no solo por la comunidad educativa, sino que trasciende al entorno más próximo, como la familia o, incluso, la sociedad, dado que, de esta manera, podemos producir cambios individuales y sociales, concienciando sobre la necesidad de cambiar de hábitos, para ser más respetuosos con el mundo y formar ciudadanos y ciudadanas con conciencia cívica, social y empática.