La metodología implícita en esta situación de aprendizaje reconoce al alumnado como agente activo de su propio aprendizaje, utilizando sus conocimientos previos y experiencias para la elaboración de nuevos conocimientos con autonomía y creatividad. Partir de sus intereses, contextualizar las propuestas y diseñar tareas y actividades significativas con creciente nivel de complejidad son herramientas eficaces para provocar reflexión, responsabilidad y construcción del conocimiento, respetando las diferentes formas de aprender, la diversidad y los diferentes ritmos de aprendizaje del alumnado.

Las diferentes modalidades de agrupamiento del alumnado buscan promover la interacción entre iguales para potenciar la argumentación, discusión, planificación y resolución conjunta de las propuestas. Tan importantes son los procesos como los productos; aprender a aprender transfiriendo lo aprendido de una situación a otra y aprender haciendo a partir de sus propias experiencias.