Picasso se implicó en la realidad que le rodeaba. Como ciudadano activo, no pudo ni quiso, así, desvincularse de los eventos políticos nacionales y mundiales de su tiempo. Y ello fue reflejado y fue germen de muchas de sus obras. Junto a él, muchas y muchos artistas anteriores y posteriores se implicaron en la mirada a la guerra, la destrucción y la violencia.
No hay miradas neutras. Toda representación es una mirada a la realidad desde un punto de vista. La guerra es, por ello, un ejemplo idóneo para ver cómo las y los artistas, fotógrafos y constructores de imágenes muestran la realidad desde sus ópticas. Labor nuestra como receptores es identificar esa óptica y preguntarnos si coincide con la nuestra.