Las proteínas son un nutriente necesario para mantener nuestro organismo y es fundamental para el crecimiento. Gracias a estas moléculas las células del cuerpo humano mantienen en correcto estado su membrana, asegurando el funcionamiento óptimo de los órganos, los músculos, los huesos o la piel.

Estas proteínas pueden ser de origen vegetal como las legumbres o los frutos secos, o de origen animal en carnes, pescados, mariscos, huevos y lácteos.

Las proteínas.

Las legumbres como las alubias, los guisantes, los garbanzos, las habas o las lentejas aportan proteínas, hidratos de carbono, vitaminas, minerales y fibra. Los frutos secos, sin azúcar ni sal, no aportan vitamina E que tiene propiedades antioxidantes.

La carne además de ser rica en proteínas contiene también vitamina B12 y minerales como el hierro, el potasio, el fósforo o el zinc. El color de la carne proviene de una proteína llamada mioglobina que contiene hierro. Por eso las carnes rojas tienen un alto contenido en hierro y en ácido fólico ayudando a prevenir anemias y a mejorar el desarrollo muscular, pero no podemos abusar de ellas ya que también tienen un alto contenido en grasas saturadas y aportan ácido úrico a la sangre. Podemos tomar una ración semanal de carnes rojas, como la de ternera o cordero.

  También existen carnes blancas procedentes generalmente de las aves como el pollo o el pavo, y se consideran más saludables que las rojas porque tienen menos colesterol y son más fáciles de digerir pudiendo tomar dos raciones por semana.

Los pescados y mariscos son una fuente importante de vitamina D y yodo, pero lo más importante, contienen ácidos omega-3 que son necesarios para nuestro organismo ya que nuestro cuerpo por sí solo no puede producirlos por lo que debemos ingerirlos a través de nuestra alimentación. Podemos tomar tres raciones semanales, pero previamente requieren de una congelación mínima de 5 días porque contienen algunos parásitos como el anisakis que pueden dañar nuestro aparato digestivo. 

Los lácteos en los niños en edad escolar son muy importantes ya que aportan calcio y minerales que contribuyen a la formación de los huesos y los dientes, por lo que se deben consumir de dos a tres lácteos diarios preferiblemente sin azúcar añadida.

Por último, los huevos son otro alimento de gran interés nutricional porque además de proteínas nos proporcionan vitaminas A, D y B12 ayudando al desarrollo cerebral, fortaleciendo la memoria y la concentración gracias a su contribución en la generación de la mielina que es la capa que recubre las neuronas. Podemos tomar de 3 a 5 huevos semanales.