La sociedad en plena Edad Media
El desarrollo urbano transformó la sociedad feudal. Muchas de las personas de la ciudad se dedicaron al trabajo artesano y al comercio, sin depender de ningún señor. La riqueza que fueron acumulando, fruto de su esfuerzo laboral, permitió que surgiera un nuevo grupo social, la burguesía.
Además, la organización de las ciudades, en las que los magistrados se encargaban de las finanzas, el orden o la justicia, permitió que todos estos poderes fueran quedando en manos de las familias más ricas de comerciantes y banqueros.
Los judíos tuvieron importancia en las ciudades, pues se dedicaban a oficios muy artesanales, otros manejaban gran cantidad de dinero con el que contribuían a la independencia del poder real y algunos tenían grandes conocimientos en diversas ciencias. Vivían en sus propios barrios o juderías para mantener sus señas de identidad y por la propia conciencia diferenciadora de la sociedad cristiana medieval.
Por su parte, el surgimiento de la universidades en Europa en el siglo XIII (Bolonia, Oxford o Salamanca) favoreció la aparición de profesionales (médicos, abogados, etc.), fuera del control de los señores feudales. Este hecho modificó en parte la estructura social tradicional.