Puro teatro
Hablar de la historia del teatro es hablar de la historia de la humanidad. ¿Cuándo surge el teatro? ¿Y por qué surge? Hacerse estas preguntas sería como preguntarnos a nosotros mismos cuándo empezamos a jugar o en qué momento de nuestra infancia tuvimos la necesidad de poner voces e imitar los movimientos de otra persona. Interpretar un personaje que no eres tú es la esencia del actor.
La respuesta a para qué sirve será diferente según la época en la que nos ubiquemos. Sin embargo, como en el resto de manifestaciones literarias y artísticas, podemos decir que es la muestra de las necesidades humanas, de valores y problemas que a todos nos preocupan. Lo que hace particular al teatro es su carácter social porque el texto teatral está destinado a ser representado y esto supone una comunicación directa entre actores y público. De hecho, si pensamos en teatro, es más fácil que la imagen que nos viene a la cabeza sea de una representación y no de un texto. Esto no significa que no sea importante, por supuesto, pero hoy en día somos conscientes de que el texto teatral es un elemento más de todo el engranaje que configura el espectáculo teatral. La interpretación, el vestuario, la escenografía, la música, las luces... todo entra en juego cuando empieza la representación en ese lugar sagrado que es el escenario. Todo esto contribuye a crear una atmósfera propicia con la que vivir el teatro. Esa experiencia en vivo en la que el aquí y el ahora se comparten entre los actores y el público hace que el espectáculo sea único e irrepetible.
Si queréis experimentar esta magia del teatro, sacad un billete para este recorrido en el que viajaremos por la historia del teatro. Haremos paradas en los hitos más importantes del género dramático acompañados por las musas del teatro. Este viaje tiene cuatro paradas: empezaremos por el principio de los tiempos; pararemos en la época de esplendor, cuando el teatro era el gran entretenimiento de la gente; seguiremos nuestra ruta hasta colarnos en la realidad del siglo XIX y llegaremos hasta nuestros días con el cuerpo lleno de experiencias vitales que nos hagan pensar que el viaje ha merecido la pena. Coged la maleta porque salimos en breve. ¿Preparados?