La Filosofía política en la filosofía moderna y contemporánea
La filosofía contemporánea va a caracterizarse por abandonar el optimismo ilustrado y adoptar una posición crítica ante el poder y los gobiernos. Tanto los griegos como los contractualistas creían en la posibilidad de hacer realidad una cierta utopía (La república en Platón, una sociedad cosmopolita donde reinara una paz perpetua para Kant...), pero la Ilustración no trajo una mejora de las condiciones de vida para las personas. Más bien, resultó todo lo contrario, el conocimiento, y su aplicación a la técnica habían generado un nuevo tipo de sociedad, la sociedad tecnológica y capitalista del S. XIX donde unos pocos poseían la maquinaria y las fábricas y los demás, la inmensa mayoría, trabajaban para ellos en unas condiciones de vida infrahumanas. De esto se dio cuenta Marx y sus tesis políticas buscan precisamente acabar con esta situación de injusticia. Ya en el S. XX, a la crítica por la pérdida de libertad generada por el modelo capitalista y la tecnología se le suma la crítica a la pérdida de libertad generada por los gobiernos totalitaristas (de izquierda y de derecha) y por una cultura superficial y consumista.
Marx en el S. XIX y la escuela de Frankfurt, en el S. XX, se caracterizan por un discurso crítico contra todo aquello que deshumaniza, cosifica y aliena al ser humano. Popper, por otro lado, seguirá teniendo fe en la fuerza de la razón para alcanzar y construir una sociedad mejor, aunque criticará duramente las sociedades cerradas que no son capaces de mostrarse tolerantes con otras culturas o que recurren a la propaganda para "domesticar" la conciencia crítica del pueblo. . Veamos con más detenimiento sus propuestas:
MARX
Para Marx las sociedades están determinadas por la infraestructura económica. Lo que él ve en su época, la del Capitalismo, es que esta infraestructura ha conducido a una situación de alienación.
La alienación consiste en que parte de tu esencia pasa a pertenecer a otro. En concreto, la esencia de los trabajadores proletarios pasa a pertenecer, a través del trabajo forzado y el contrato, al burgués, el dueño de los medios de producción.
La alienación principal es la económica, la cual es base de las otras alienaciones (social, religiosa, política, filosófica...).
Esta situación es mantenida por la ideología, la cual es el conjunto de creencias, ideas, teorías... que forman parte de una cultura y ayudan a crear una falsa conciencia y ocultar una situación injusta.
Sólo a través de la conciencia de clase (que permitirá que los trabajadores se den cuenta de la realidad en la que viven) y su consecuente revolución del proletariado, se podrá cambiar la sociedad. Esto se hará eliminando la propiedad privada y las clases sociales, primero con una dictadura del proletariado y luego con la llegada de una sociedad comunista.
En el vídeo anterior podemos conocer un poco más sobre la Filosofía política de Marx.
LA DISPUTA ENTRE POPPER Y LA ESCUELA DE FRANKFURT
POPPER
Popper es un filósofo de la ciencia que también se preocupó por la sociedad.
El ambiente opresivo que se vivió durante las primeras décadas del S.XX con los auges de los totalitarismos le llevó a defender la libertad como aquello que puede asegurar el progreso tanto de la ciencia como de la sociedad.
Del mismo modo que en la ciencia es imposible encontrar verdades seguras (ya que toda teoría científica se puede falsar) tampoco podemos buscar leyes eternas para la sociedad. Pretender que existen unas leyes que dirigen la sociedad de manera objetiva y perfecta conduce al totalitarismo y anula la libertad humana.
Hay que plantear leyes y crear instituciones que aporten libertad y progreso y, promover reformas que mejoren las ya existentes. Hay que realizar propuestas racionales, provisionales y críticas.
LA ESCUELA DE FRANKFURT
El tipo de razón científica y racional propuesta por Popper no es suficiente para Habermas y la Escuela de Frankfurt. Precisamente, por creer ciegamente en en la ciencia y en la técnica es por lo que se había producido una sociedad deshumanizada. Esta razón se olvida de los fines de la humanidad y se fija solo en los medios para lograr la mejora técnica. Por ello, dicen los pensadores de esta escuela, impera en nuestra época una razón instrumental.
Frente a ella, propone Habermas otro tipo de razón, la razón dialógica, la cual no toma a la razón como una capacidad del sujeto, independiente y capaz de construir conocimiento en solitario, sino como una razón que se fundamenta en el diálogo y la práctica comunicativa (la búsqueda e intento de cambiar y mejorar el mundo a través de la comunicación y el acuerdo entre toda la comunidad).
Para que realmente funcione el diálogo es necesario que se den unas ciertas condiciones ideales de habla, esto es, una situación en la que existe igualdad, libertad, universalidad y ausencia de coacción entre los sujetos que dialogan. Cada participante debe olvidarse de su propio estatus y encontrarse dispuesto a aceptar los mejores argumentos. De este modo, lo que debemos buscar en la política es una democracia basada en la participación de los ciudadanos, ciudadanos que buscan el consenso y lograr así entre todos una sociedad mejor.
En el vídeo anterior hemos abordado el discurso de Jürgen Habermas.
