El material didáctico «La vida es puro teatro (Diálogos sobre el sentido de la existencia)» es una situación de aprendizaje (SA) diseñada para ser aplicada en la materia de Filosofía en primer curso de Bachillerato. En dicha situación de aprendizaje se propone el desarrollo de competencias específicas referidas a la identificación y formulación de preguntas filosóficas acerca del fundamento, valor y sentido de la realidad y la existencia humana; la gestión, producción y transmisión creativa de información filosófica; el uso adecuado de argumentos, la práctica del diálogo filosófico; el reconocimiento del carácter plural de las ideas, y el desarrollo de la sensibilidad y la comprensión estética.
La pregunta por el sentido de la propia existencia y de la propia realidad es una de las cuestiones filosóficas fundamentales. Tal como se afirma en el anexo II, relativo a las materias de Bachillerato, del Real Decreto 243/2022, de 5 de abril, por el que se establecen la ordenación y las enseñanzas mínimas del Bachillerato, «la materia de Filosofía tiene, en primer lugar, la finalidad de ofrecer un marco conceptual y metodológico para el análisis de las inquietudes esenciales y existenciales del alumnado de Bachillerato, en el que este pueda abordar personalmente las grandes preguntas y propuestas filosóficas y emprender una reflexión crítica acerca del sentido y valor de los distintos saberes, actividades y experiencias que configuran su entorno vital y formativo». Un poco más adelante, se indica que la primera de la competencias específicas de la materia «se refiere a la comprensión de la naturaleza problemática de la realidad y de la propia existencia humana, así como a la reflexión imprescindible para intentar explicarla y orientarla», y que esta tarea requiere, a la vez, «del desarrollo de las competencias específicas referidas respectivamente al manejo crítico y la producción rigurosa de información, al uso e identificación de argumentos, y a la práctica del diálogo como proceso cooperativo de conocimiento». Además, y en el mismo lugar, se indica que «la práctica del diálogo, algo formalmente constitutivo del ejercicio filosófico, implica, a su vez, como otra de las competencias a desarrollar, el reconocimiento del carácter plural y no dogmático de las ideas y teorías filosóficas, así como la implementación de dicho reconocimiento en la doble tarea, crítica y constructiva, de contrastarlas y descubrir sus relaciones de oposición y complementariedad». Finalmente, se afirma en el mismo documento que «la educación de las emociones en torno a la reflexión estética sobre el arte y los entornos audiovisuales que configuran la cultura contemporánea, contribuye al logro de una competencia indispensable para el crecimiento integral del alumnado».
En la situación de aprendizaje que aquí proponemos utilizamos la dinámica teatral para generar contextos vivenciales reales en los que el alumnado pueda indagar en los problemas filosóficos reseñados a través de la creación e interpretación de diálogos dramatizados en que se reflejen diversas posturas e ideas al respecto. Dichos diálogos, por ser de naturaleza dramática, aúnan el componente estético-emocional y el elemento argumentativo específico de la filosofía. Además, en las tareas previas a la creación de estos, el alumnado habrá de desarrollar la competencia referida a la gestión y análisis de información filosófica (como pretexto para la reflexión previa a la preparación de los textos dramáticos), además de algunas dinámicas de grupo con objeto de provocar ese mismo estado reflexivo y generar el ambiente empático y desinhibido que se requiere en actividades de este tipo.
La situación de aprendizaje que presentamos contribuye, además, al desarrollo de competencias y saberes básicos que por su naturaleza propia invitan al trabajo interdisciplinar con otras materias y docentes, especialmente con las materias de ciencias, de lengua y literatura y, en general, de todas las materias artísticas. Dada las características de la SA y la posibilidad de editar los anexos que se proporcionan con la misma, no sería difícil que el profesorado adapte e integre la propuesta en otra, más amplia, que recoja esta posibilidad.
En cuanto a la evaluación, ofrecemos una serie de herramientas (fundamentalmente rúbricas) para que el alumnado y el profesorado puedan ir desplegando una evaluación formativa a lo largo de toda la SA. Son propuestas que pueden y deben ser adaptadas a las necesidades de cada docente.
Finalmente, el trabajo con esta SA permitirá que el alumnado tome conciencia activa de algunos de los retos y desafíos del siglo XXI, tal como, especialmente, los relativos a la «aceptación y manejo de la incertidumbre» y la «confianza en el conocimiento como motor del desarrollo».