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Evaluación de la situación de aprendizaje

La evaluación y autoevaluación por rúbricas fomenta la autonomía del alumnado y su responsabilidad individual. Es importante que, al inicio del proyecto, se entregue a los alumnos y alumnas la rúbrica del mismo, con los criterios a través de los cuales el docente va a evaluar su proceso de aprendizaje. Esta rúbrica permite su autoevaluación continua y debe ser la misma que usa el o la docente. Se recomienda que la autoevaluación del alumno o alumna forme parte de la calificación final junto con la evaluación del profesor o profesora. 

La evaluación de la situación de aprendizaje es fundamental para poder analizar qué aspectos del proceso han funcionado y cuáles se deben mejorar o modificar. La evaluación implica tanto la práctica docente como la metodología, las actividades, la temporalización y los recursos propuestos. El alumnado la realizará, de forma anónima, mediante un cuestionario (Anexo 11) sobre los aspectos más significativos de todo el proceso. También es necesaria la autoevaluación del profesorado para detectar posibles necesidades o problemas en la práctica docente (Anexo 12).  Otras herramientas recomendables serán la puesta en común y los debates a lo largo de todo el proceso, que permitirán ir reconduciendo el desarrollo de la situación de aprendizaje en función de las necesidades del grupo clase.

A su vez, la exposición y presentación pública de los proyectos llevados a cabo supone un reconocimiento al trabajo de los alumnos y alumnas, con la motivación que para ellos y ellas conlleva, y una oportunidad para recibir una valoración externa del resultado final de los proyectos artísticos, desde la cual el profesorado puede sacar conclusiones y plantearse reflexiones de cara a futuras propuestas didácticas (Anexo 10). 

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