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2. Gráficos sonoros y movimiento (3 sesiones)

Sesión 1. Sonar el trazo

El inicio del segundo proceso se apoyará en la creación sonora generada en el proceso anterior: desde la apreciación auditiva, la actividad consistirá en escuchar —de manera reiterada y activa— su creación, con el fin de elaborar una guía auditiva visual, a través de trazos y colores. 

Antes de empezar a trabajar directamente con su grabación, se pedirá a los alumnos y alumnas que seleccionen —sirviéndose de la aplicación de descarga musical que ellos escojan— una serie de sonidos largos y sonidos cortos dentro de una composición musical, para después ponerlos en común con sus compañeros y compañeras de grupo a través de la técnica cooperativa «Comprobamos». Esta técnica se realizará en grupos de entre cuatro y cinco estudiantes. En primer lugar, de manera individual, el alumno o alumna seleccionará la audición y procederá a discriminar entre sonidos largos y sonidos cortos. Esta discriminación será puesta en común con el grupo cooperativo. Cada uno de los miembros del grupo realizará este proceso —incluyendo las respectivas revisiones y debates en el grupo cooperativo—, seguido de lo cual, entre todos, se diseñará un trazo para representar visualmente los sonidos seleccionados.  

Tras esa fase preactiva de activación auditiva, el alumnado trabajará con su producción sonora generada en el proceso anterior, diseñando los trazos a partir del trabajo de escucha. Los trazos y la grafía que utilice el alumnado deben servir de guía para la escucha de la creación sonora. Indicamos, a modo de sugerencia, que los sonidos de corta duración podrían representarse con puntos y los sonidos de larga duración con trazos largos, líneas onduladas o rectas largas. 

Por otro lado, el timbre de los objetos sonoros —transformados en instrumentos musicales— se representará con colores, de forma que el alumnado asignará colores al «color» del sonido. Lo que se pretende es que exista una cierta correspondencia entre el sonido y el trazo.  

Al desarrollar la creatividad desde la reflexión resultante de la escucha activa, encontraremos casos en los que la grafía puede ser muy creativa y responder a criterios puramente plásticos. Se debe evitar la representación del objeto sonoro o el instrumento musical, ya que la actividad busca que el alumnado sea capaz de representar el sonido. A modo de referencia, el Anexo 6 ofrece algunos ejemplos (con su correspondiente descodificación) para el desarrollo de esta actividad. 

Ejemplos de representación sonora y descodificación
Adolf Murillo Ribes. Ejemplos de representación sonora y descodificación
(CC BY-SA)

Para el siguiente paso, se utilizará la técnica cooperativa «La mesa redonda», mediante la cual el alumnado deberá agruparse en grupos de cuatro o cinco integrantes y, siguiendo el sentido de las agujas del reloj, crear un alfabeto gráfico dentro del grupo; cada compañero o compañera irá, sucesivamente, aportando y dando forma a un alfabeto gráfico grupal consensuado, realizado dentro del grupo cooperativo. La propuesta consiste, en definitiva, en crear un pequeño alfabeto gráfico para que puedan elaborar su propia creación gráfica sonora y, posteriormente, la puedan hacer sonar junto a sus compañeros y compañeras de clase.  

Una vez realizada la actividad, el alumnado reflexionará en grupo sobre las posibilidades creativas resultado de trabajar con este tipo de partituras. 

Para finalizar la primera sesión de este proceso, cada estudiante se autoevaluará a partir de una escala de observación (Anexo 15). De esta forma, se potenciará el carácter formativo de la evaluación. 

Sesiones 2 y 3. Audiciones creativas en movimiento

La segunda sesión dará comienzo con la apreciación auditiva de distintas composiciones musicales contemporáneas: las composiciones propuestas serán Lontano, de György Ligeti; Bach Recomposed: 1.1 Prelude, de Peter Gregson; Short Ride In A Fast Machine, de John Adams; y Metropolis Symphony: IV. Oh, Lois!, de Michael Daugherty (pueden consultarse todas en el Anexo 7).  

En gran grupo, el alumnado escuchará cada una de las audiciones sin que se les facilite absolutamente ninguna información previa sobre ellas (ni siquiera conocerán el título). De manera individual, cada estudiante completará el organizador gráfico «Escucho, pienso, me pregunto» (Anexo 8) y, simultáneamente, se implementará la rutina de pensamiento «Headline». Mediante esta rutina, diseñada para sistematizar y organizar ideas, el alumnado deberá estimular su capacidad creativa y poner un título particular a cada una de las cuatro composiciones que van a escuchar; a través de este proceso, podrán apreciar si han sido competentes a la hora de llegar a la esencia de la composición. Con ello se intentará, por un lado, que el alumnado se concentre en la composición musical y escriba en el organizador gráfico lo que piensa sobre lo que escucha, y, por otro lado, que extraiga la esencia del discurso musical (headline). 

Tras el proceso de trabajo individual, se comenzará a trabajar de manera colaborativa —en grupos de cuatro o cinco alumnos y alumnas— con la técnica cooperativa «Cabezas numeradas», una variante de la técnica «Cabezas pensantes». Para realizar esta técnica, a cada miembro del equipo se le asignará un número (del uno al cuatro o cinco), tras lo cual el o la docente elegirá un número al azar; de manera individual, el alumno o alumna cuyo número haya sido elegido deberá poner en valor su organizador gráfico «Escucho, pienso, me pregunto» y explicar su headline, de forma que, entre todos los miembros del grupo, se llegue a un consenso para la selección de un headline que exponer en clase, junto con una explicación colectiva sobre sus reflexiones tras escuchar cada una de las cuatro composiciones. 

Seguidamente, cada grupo escogerá una de las obras escuchadas para crear su propia coreografía; para ello, en primer lugar, se deberá contar con un espacio para la improvisación. Por grupos, los y las estudiantes escogerán una obra, de entre las cuatro composiciones anteriores, para llevar a cabo una escucha activa de la misma. Se focalizará la atención en desarrollar estímulos creativos a través del movimiento.  

Para ello, se dividirá la clase en cuatro partes y cada grupo se situará en un rincón del espacio (gimnasio, sala de usos múltiples o aula grande); una vez distribuidos espacialmente, los alumnos y alumnas comenzarán a trabajar el movimiento corporal segmentario inspirado en los estímulos musicales de la obra seleccionada.  

Tras un proceso de improvisación individual simultáneo, en cada grupo se procederá a llevar a cabo una serie de movimientos, a modo de pasos coreográficos creativos, que surjan de la inspiración del grupo y que incorporen elementos externos a la danza. Para ello, se dará también la posibilidad de utilizar o incorporar objetos, como pañuelos de colores, linternas, gasas de colores, plásticos de distinto grosor, lazos, etc.; con ello, se otorgará colorido y dinamismo a la puesta en escena. 

Tras varios períodos de entrenamiento y creación conjunta, cada grupo finalizará su creación coreográfica y grabará su producción escénica. Posteriormente, la ejecutará ante el resto de los compañeros y las compañeras del grupo de clase. 

Al final de la actividad competencial, se llevará a cabo la cumplimentación del diario de clase reflexivo del alumnado, en el que cada alumno y alumna expondrá sus reflexiones comentando, de manera cualitativa y narrativa, cómo se ha sentido a la hora de desarrollar la actividad: qué emociones ha tenido, cuáles han sido las dificultades encontradas a la hora de llegar a la esencia de la composición musical en el proceso de escucha, qué aspectos les han llamado más la atención en cada audición, cuáles han sido los que menos y una valoración global de todo ello en el contexto de la situación de aprendizaje. A través de este diario, se pretende también que el alumnado analice el motivo de los prejuicios que frecuentemente se asocian a la escucha y disfrute de la música contemporánea. 

Para finalizar este proceso, cada estudiante se autoevaluará a partir de una escala de observación individual (Anexo 16). De esta forma, se potenciará el carácter formativo de la evaluación. El profesor contará también con una lista de control como herramienta de apoyo a la evaluación (Anexo 17).  

Recursos

  • Dispositivos digitales con conexión a internet y equipo de sonido.
  • Anexo 6: Ejemplos de representación sonora y descodificación.
  • Anexo 7: Audiciones de composiciones contemporáneas.
  • Anexo 8: Organizador gráfico «Escucho, pienso, me pregunto».

Productos evaluables

  • Técnica cooperativa «Comprobamos».
  • Técnica cooperativa «La mesa redonda».
  • Anexo 8: Organizador gráfico «Escucho, pienso, me pregunto».
  • Rutina de pensamiento «Headline».
  • Técnica cooperativa «Cabezas numeradas».
  • Coreografía grabada.

Instrumentos y técnicas de evaluación

  • Escala de observación (proceso 2, sesión 1) (Anexo 15).
  • Escala de observación individual (Anexo 16).
  • Lista de control (Anexo 17).

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