Máquinas en la Edad Antigua y en la Edad Media
Edad Antigua
Durante la Edad Antigua y con el desarrollo de las grandes civilizaciones como la griega y romana, muchos sabios idearon no solo máquinas simples sino compuestas. Un ejemplo lo encontramos en el siglo I d.C., con Herón de Alejandría, ingeniero y matemático, considerado uno de los científicos más importantes de la antigüedad. Herón inventó la primera máquina de vapor, llamada eolípila que funcionaba de una forma muy sencilla y similar a la máquina de vapor.
En la parte de abajo hay agua que se calienta; su vapor sube por las tuberías hasta la esfera y, ahí, sale por los tubos con tanta fuerza que consigue que la esfera gire sobre los ejes. Esta máquina fue la base para la futura máquina de vapor desarrollada durante la Revolución Industrial.
Además de inventos como la eolípila, se desarrollaron tipos de grúas y maquinaria gracias a la unión de máquinas simples como la polea o la palanca, que facilitaron la construcción de grandes edificios, como las pirámides de Egipto, el Partenón de Atenas o el Coliseo de Roma, además de otros tipos de máquinas compuestas más complejas que supusieron un gran avance en muchos ámbitos.
Las aportaciones griegas fueron más científicas y filosóficas, como las realizadas por Arquímedes, inventor del tornillo y la garra que llevan su nombre. También se crearon el molino de agua, la grúa, o el odómetro, para medir distancias. Por otro lado, los romanos se dedicaron más a la ingeniería tanto civil como militar, creando espadas, máquinas de asalto como carrobalistas o la catapulta.
Edad Media
Tras la caída del Imperio Romano de Occidente en el siglo V a causa de las invasiones bárbaras, Europa perdió gran parte del legado intelectual de la Antigüedad. En Oriente, los árabes pasaron a ser los herederos de la cultura clásica, que se encargaron de reintroducir en Europa. Ese es el caso del reloj mecánico o los instrumentos de navegación astrolabio y cuadrante, provenientes todos ellos del mundo árabe.
En la Antigüedad ya existían formas de medir el tiempo con relojes de sol, relojes de agua o arena, pero daban problemas. A partir del siglo XIII se comenzaron a desarrollar mecanismos que servían para medir el tiempo, basados en ideas venidas de Oriente. Estos relojes mecánicos comenzaron a instalarse en grandes edificios como iglesias o ayuntamientos, para así poder indicar la hora a la población y también debido al tamaño de sus mecanismos basados en ruedas y engranajes.
Otro invento que marcó el final de la Edad Media e inicio de la Edad Moderna es la imprenta, que tuvo numerosos antecedentes como sellos y moldes de porcelana. Pero no será hasta 1440, cuando Johannes Gutemberg comenzó a idear una máquina capaz de hacer varias copias de un documento o libro con la ayuda de diferentes artilugios como la prensa de tornillo y la tinta. Tardó varios años en perfeccionar el mecanismo, logrando una máquina capaz de realizar múltiples copias de calidad, reduciendo el tiempo de producción de las mismas, que hasta la fecha se realizaba manualmente por monjes en los monasterios.
Este invento supuso un cambio radical en la difusión de ideas y conocimiento. La palabra escrita comenzó a ser accesible, pues la gente podía conseguir libros a precios asequibles y propició que un mayor número de personas aprendiera a leer y escribir. Las difusión de noticias, ideas y cultura fue imparable, pudiendo ser comparable a lo que Internet ha supuesto en nuestra sociedad actual.