Máquinas en la Prehistoria
Las primeras máquinas y herramientas que los seres humanos idearon fueron máquinas simples. Un simple palo podía ser utilizado como una palanca para mover una roca pesada o dos palos apoyados en unas piedras podrían servir para subir un pesado animal cazado, para así poder ser cortado con piedras afiladas en forma de cuña. Como podemos apreciar, los materiales de estas primeras herramientas o máquinas simples eran los encontrados en el entorno natural. Rocas, palos, huesos de animales y otros elementos podían ser utilizados para idear artilugios que pudieran ayudar en las tareas cotidianas como cazar, pescar, construir trampas, cocinar, mover objetos pesados de un lugar a otro y muchas más.
No fue hasta el Neolítico, con el descubrimiento de la agricultura, que comenzaron a crearse herramientas más elaboradas. El descubrimiento de los metales fue esencial para la elaboración de objetos más resistentes y duraderos, ampliando el tipo de máquinas simples. Herramientas como el arado tuvieron, así, gran importancia para el gran desarrollo de la agricultura. La aparición de la rueda fue también esencial. Este es un objeto redondo que gira alrededor de un eje, por lo que, con la unión de dos ruedas y un eje, más la ayuda de energía mecánica del ser humano o animales, se podía transportar mayor cantidad de mercancías a mayor distancia y en menor tiempo. Igualmente la rueda es básica en el desarrollo del torno de alfarería. Esta máquina facilitó una mayor producción de recipientes para almacenar tanto líquidos como sólidos y así ser transportados más fácilmente, lo que propició los primeros intercambios comerciales y de mercancías.