Como hemos visto en recursos anteriores, la electricidad es producida por el flujo de electrones entre distintas cargas. Sin embargo, la unión de cargas pueden generar electricidad estática, como la producida al frotar un globo con un jersey, que carga negativamente el globo, o electricidad dinámica, es decir, que se mueve entre una carga negativa y una positiva. Esta última es la denominada corriente eléctrica, que es el flujo de electricidad a través de un conductor, como puede ser un cable y que puede ser utilizada para muchas cosas, por ejemplo encender una bombilla.

En nuestro día a día utilizamos la corriente eléctrica constantemente al utilizar cualquier aparato eléctrico sin pensar en por qué funciona dicho aparato. Por los cables de nuestras casas tenemos dos hilos de cargas distintas, negativa y positiva. Cuando conectamos un aparato eléctrico a un enchufe, lo que hacemos es hacer pasar esa corriente eléctrica que se produce al juntar ambas cargas por el utensilio y la corriente hace funcionar el aparato. Por esto los cables de los aparatos eléctricos y los enchufes tienen dos terminales, uno para cada carga (+ -) y de esa manera se cierra el circuito para hacer que funcione.

La unidad de medida de la corriente eléctrica es el amperio (A), que es la cantidad de corriente eléctrica que circula por un conductor.

Los elementos que se encuentran en un circuito y que trasforman la energía eléctrica en otro tipo de energía (por ejemplo luminosa en una bombilla) se denominan resistencias. Dependiendo de qué tipo de resistencia pongamos en un circuito (en un aparato eléctrico tenemos circuitos eléctricos) obtendremos un efecto distinto en el uso de la electricidad. Esos efectos los desarrollaremos en el siguiente punto. Ahora tan solo nos centraremos en saber que si por ejemplo utilizamos un secador de pelo, lo que estamos haciendo es hacer pasar corriente eléctrica por una resistencia para que se caliente y además por otra que mueva un ventilador, haciendo salir aire caliente por la boca del secador.